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Asaltan hasta 4 veces una piscifactoría vasca para robar angulas de repoblación

E. A. REDACCIÓN

SOMOS MAR

Guardia Civil

Eran parte de un alijo de contrabando decomisado por la Guardia Civil en Barajas

23 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Prueba palpable de que en España hay tráfico ilegal de angulas son los 2.842 kilos de esta especie intervenidos en las distintas operaciones desarrolladas el año pasado por la Guardia Civil, algunas con la coordinación de Europol. Y que ese comercio ilícito, por el que están detenidas o investigadas 45 personas, no se ha acabado lo demuestran los sucesivos robos que ha sufrido la piscifactoría guipuzcoana a la que han ido a parar parte de los kilos decomisados en el aeropuerto de Barajas cuando iban a tomar un vuelo hacia Asia.

Hasta cuatro asaltos ha sufrido la granja de Irún en la que se estaban criando los ejemplares de una partida de 53 kilos de angulas interceptada en febrero pasado hasta que alcanzasen un tamaño adecuado para repoblar los ríos del territorio. Según confirmó a Efe el Servicio de Fauna y Flora Silvestre de la Diputación Foral de Guipúzcoa, a la que la Guardia Civil encomendó los ejemplares decomisados, faltan en torno a cinco kilos de crías de anguila, una especie en estado crítico de conservación y de gran demanda en los países asiáticos.

Las mismas fuentes explicaron que los ataques fueron entre el 23 y 28 de febrero, una semana después de que las angulas fueras recibidas en la piscifactoría, donde la diputación guipuzcoana cría básicamente salmones para repoblar después el río Bidasoa.

Los ejemplares fueron sustraídos de unas piscinas cubiertas y cerradas con candados. Tras los asaltos, el servicio foral presentó denuncia ante la Ertzaintza, que montó un dispositivo de vigilancia en torno a la piscifactoría. La Diputación, por su parte, también reforzó la seguridad del recinto. Desde entonces no ha vuelto a haber más robos. También es cierto que el día 29 de febrero el resto de los ejemplares que había en la granja fueron soltadas en distintos ríos de Guipúzcoa en el marco de un programa foral de repoblación de la angula que ya lleva dos decenios en vigor. Y con éxito.

Claro que es probable que algunas vuelvan a aparecer en Barajas con billete de avión hacia Vietnam, Corea del Sur o China, donde la anguila tiene categoría de delicatesen. Por eso la sacan de aquí en tamaño angula, camuflada como pulpo o percebe, para su engorde hasta que alcanza el tamaño que los paladares asiáticos desean.

Así es que entre octubre del 2017 y junio del 2018 la Guardia Civil decomisó más de dos toneladas de esta especie, identificó a un total de 45 personas implicadas en el tráfico de angulas -fuesen pescadores furtivos, intermediarios o contrabandistas- e interpuso denuncias contra otros 46 individuos.

Maletas llenas de angula gallega

Fue en el marco de distintas operaciones, como la Suculenta, en la que contó con la colaboración de las Administraciones búlgara rumana y portuguesa; la Lake, coordinada por Europol y que involucró a otros siete países de la UE; o la Black Glass, la primera en la que se tuvo evidencias de que los chinos empezaban a operar directamente en España, sin intermediarios, y que empleaban mulas que llevaban la mercancía en las maletas hasta China. Producto que llegaba a Hong Kong y que salía, principalmente, de los ríos gallegos.

Por cada kilo de la especie que sale de España el beneficio podría ser de 7.500 euros. Hubo más golpes al contrabando de angula. Abaia, sin ir más lejos, que permitió a la Guardia Civil calibrar la importancia de este negocio ilícito al acreditar la existencia de un entramado montado para, a través de cinco países de la UE, hacer llegar el material a Grecia y desde allí realizar envíos importantes hacia Asia oriental. O la denominada Allevamen, que involucró a varias comandancias de Cantabria, Tarragona, Huelva, Cádiz, Sevilla, Asturias y Galicia en la lucha contra la pesca ilegal de angulas y en el marco de la que fueron detenidas 22 furtivos que capturaban angulas en los ríos españoles para enviarlas a Asia.

 Se calcula que por cada kilo de angula que sale de España, el beneficio que podía obtener la red era de 7.500 euros.