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Oslo revisa el caso de los gallegos que cotizaron sin generar derecho a pensión

Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

XOÁN A. SOLER

Long Hope prevé recibir antes del día 15 una respuesta del Gobierno noruego

08 ene 2016 . Actualizado a las 08:03 h.

Un centenar de personas e «50 litros de auga». Esa fue la asistencia, según Alberto Paz, portavoz de Long Hope (la asociación de marineros jubilados españoles, alrededor de 10.000 gallegos, que trabajaron a bordo de buques mercantes noruegos y pagaron impuestos sin generar derecho a pensión) a la que ha sido su primera manifestación del año. Pero «que chova ou trone» no va a truncar la hoja de ruta que se ha marcado el colectivo, cuyos miembros están dispuestos a seguir en las calles hasta que alguien, «sexa noruego ou español», ponga punto final a un problema que, dicen, dio sus primeros síntomas allá por 1948.

Hay una diferencia entre la protesta del jueves y la última del año pasado. Y es que desde aquella se ha abierto una puerta que da pie al optimismo: el nuevo Gobierno noruego está dispuesto a revisar un caso al que el anterior Ejecutivo había dado portazo tanto en el Defensor del Pueblo como en los despachos de Trabajo y Finanzas.

Pero ahora, ya sea porque varios medios noruegos se han hecho eco de la situación, calificándola de «injusticia social», y el caso ha llegado a la opinión pública del país, o como consecuencia del relevo en el Ejecutivo, lo cierto es que el Gabinete de Erna Solberg ha decidido revisarlo. Long Hope espera recibir antes del día 15 una respuesta sobre si es posible resolver bilateralmente la reclamación de los ex marineros españoles, que pagaron impuestos en Noruega a pesar de no ser residentes en el país y, precisamente por no tener allí su domicilio, no pudieron beneficiarse del sistema de protección social del Estado nórdico. En esa discriminación por razón de nacionalidad basan gran parte de su denuncia contra Oslo por vulneración de los derechos humanos.

Ni un paso atrás

Los afectados están a ahora a la espera de esa comunicación que Noruega trasladará al abogado que Long Hope tiene en aquel país, Øivind Østberg. Si se avienen a arreglar el problema de los exmarineros, se interrumpirá el proceso judicial noruego destinado a acabar en el Tribunal de Derechos Humanos. De otra manera, «dereitos ao xulgado; non imos dar un paso atrás», remachó Alberto Paz.

Otra cuestión que infunde optimismo al colectivo es la proximidad de la fecha en que se presentarán las conclusiones de la vista que se celebró en Estrasburgo por la negativa de Holanda a dar pensión a los trabajadores austríacos que cotizaron en aquel país. Será el próximo día 4 de febrero. España, que se ha personado como parte, se comprometió a utilizar esa resolución positiva para exigir a Noruega que devuelva los impuestos a sus marineros.

El portavoz de Long Hope cargó contra el Ejecutivo, que espera «que se vaia pronto» y llegue otro que sí «respete aos seus nacionais».