Un ganadero de Zaíde experimenta con 20 cabezas que trajo de Dinamarca para obtener más grasa y proteínas
10 dic 2015 . Actualizado a las 23:31 h.Los bajos precios de la leche en origen llevaron a José Rodríguez López, de la SAT Bella S.C., de Zaide, en Guntín, a viajar a Dinamarca para comprar 20 vacas preñadas de la raza jersey. La presencia de estos ejemplares, que se caracterizan por ser bastante más pequeños, con mayor facilidad de parto y más dóciles, que las vacas pintas que pueblan las praderas lucenses, todavía es poco frecuente en Galicia. Rodríguez López las incorporó a su explotación con las 180 frisonas y nueve de ellas ya parieron y están produciendo leche, que incorpora al tanque de la sala de ordeño. Por el momento no ha constatado en el recibo de la industria a la que le suministra la leche que haya mejorado sustancialmente la calidad. Ese es el objetivo, que le llevará a conseguir un mejor precio. Rodríguez López es consciente de que sus jersey producen menos cantidad, pero con mayor concentración de grasa, de proteína y de paracaseína.
El resultado, en el tanque
«Animeime a mercalas -confesó el ganadero- porque o mercado está saturado de leite e o que está demandando é graxa, proteína e paracaseína para a elaboración de derivados lácteos». «Temos que producir menos litros e mellor calidade se queremos regular os prezos, senón remamos contracorrente». «Documenteime en Internet -señaló- gustáronme e fun por elas».
Las vacas danesas -el origen de la raza es Gran Bretaña- que pastan en Zaíde producen entre 6.000 y 7.000 litros en lactancia, lo que supone entre 20 y 25 diarios, con un 6% de grasa y un 4% de proteínas. Es menos de lo que da una frisona, pero se compensa con los 4 kilos de materia seca menos que comen en la ración diaria, que suponen un ahorro. También, a diferencia de la raza imperante actualmente en Galicia, tienen una lactación más.
«Se comparamos os quilos de materia seca cos quilos de leite, ven saíndo parecido», asegura el ganadero de Guntín, que ya ha hecho sus cálculos y, de momento, no está arrepentido de la decisión tomada.
Caras, pero rentables
José Rodríguez reconoce que la inversión en vacas jersey es más elevada que si comprara frisonas. Cada ejemplar cuesta entre 2.000 y 2.100 euros. «Son caras -señaló- porque hai moita demanda e porque veñen de lonxe e o transporte encarece. Con 2.000 euros hoxe mércase xa unha frisona das boas».
A la espera de resultados estadísticos sobre producción y calidades, el ganadero de Zaíde está contento con sus novillas, que compró preñadas de 7 meses, de primer parto, porque empieza a apreciar cambios en la leche. Si las previsiones se cumplen, en un par de años espera contar con un 50% de frisonas y la otra mitad de las jersey, ya recriadas en la explotación. Entre las nueve crías que nacieron en la granja ya hay alguna hembra.
Las vacas danesas se adaptaron perfectamente a la explotación de Zaíde. José Rodríguez cree que se les nota que están a gusto en Galicia. Son muy dóciles y asegura que es más difícil detectar cuando están enfermas porque, a diferencia de las frisonas, no se aprecian los signos de malestar en los ojos, que tienen muy chispeantes. «Estas son moito máis alegres e nótaselles cando se mira para elas. Vense moito máis contentas no prado que as outras».
Reformas en el establo
El tamaño de sus nuevas vacas obligará al ganadero de Zaíde a realizar algunas reformas en el establo. Al ser de menor tamaño que las otras, los cubículos que les sirven de cama les quedan grandes. En ellos se mueven con una mayor facilidad y se ensucian más. En la sala de ordeño ya comprobó que no tendrá que hacer cambios.
Pese a que llevan poco tiempo en la explotación, Rodríguez, ha notado que no tienen los mismos problemas con las enfermedades de patas que las frisonas. Posiblemente obedezca a que pesan bastante menos, una media de 400 kilos, frente a los 600 de las frisonas, lo que las hace muchos más ágiles a la hora de caminar.