Para escapar del paro, cocina casera

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

CASTROVERDE

OSCAR CELA

Las dos desempleadas contrataron a otra parada para poner en marcha el negocio

08 feb 2018 . Actualizado a las 14:20 h.

Eva Reguera y su hija Rebeca López decidieron poner en marcha un negocio juntas cuando ambas coincidieron en el paro, como salida laboral. Sin experiencia previa en el sector de hostelería y con un montón de recetas propias de platos y postres caseros como referencia, se animaron a poner en marcha Carnicería Martiño, en la calle Otero Pedrayo, esquina a Ramiro Rueda. Abrieron a principios de esta semana con una doble línea de negocio, la comida preparada y la carnicería, en la que despachan ejemplares criados en Outeiro, Castroverde, de donde son naturales y de los ganaderos del entorno que se dedican a producir raza rubia gallega. Para atender esta última contrataron a otra parada, Albina Gayoso, de la que valoraron su amplia experiencia con los cuchillos y los cortes. Trabajó durante 19 años despachando filetes, redondos y chuletas. Las tres mujeres están empeñadas en sacar adelante esta empresa. Lo hacen tanto por la inversión realizada, que según Eva Reguera, a quien el desempleo le llegó en una edad complicada para encontrar un nuevo trabajo, ha sido importante, como por el deseo de generar una amplia cartera de clientes para sus especialidades.

La propuesta culinaria de Eva Reguera y de su hija Rebeca es la cocina «caseira e saudable», practicada durante años, antes de convertir estas recetas en un negocio. «Quero -señaló Reguera- que os nosos clientes podan comer na súa casa pratos sinxelos que habitualmente preparo na miña, coas mesmas receitas e con adubos naturais, sen condimentos raros». La especialidad de ayer eran los callos, el pollo asado y las orejas de postre. Por el momento no les ha dado tiempo a diseñar una carta semanal para un establecimiento que abrirá todos los días de la semana, salvo los lunes, y que se ofrece a cocinar, previo encargo, lo que les demanden.

«Pretendemos traballar moito os pratos de culler porque son os que leva máis tempo facer, e hai moita xente que non dispón del para preparar uns callos, un caldo, unha fabada ou unhas lentellas».

Los precios de la propuesta de estas tres mujeres oscila entre los tres euros de una ración de caldo gallego a los 14,50 el kilo de lacón asado. Los clientes encuentran en el establecimiento desde el pan y las empanadas, a una amplia gama de postres que incluye la tarta de la abuela, el flan, las rosquillas o, en esta época del año, las filloas y las orejas de Carnaval.

Adaptarse a los clientes

Una de sus especialidades vinculadas a la otra rama de negocio, la carnicería son las hamburguesas elaboradas con ternera, zorza y pollo, de tamaño extra. Ofrecen también una vegetariana, hecha con espinacas y otras verduras». «Dixéronnos -señaló Reguera- que como as nosas non había a venta ningunha outra porque todo o que levan é natural, non incorporamos engadidos que nos obrigarían a deixar de chamarlles hamburguesas, como por exemplo os sulfitos».

La otra especialidad a la que pretenden sacarle partido es el cachopo. Según Reguera, la carne que despachan en esta carnicería es toda de calidad. La de ternera procede de explotaciones familiares de Castroverde, que crían los animales en los pastos. La familia de Outeiro se ha quedado únicamente con cuatro vacas rubias y su producción no llega para cubrir toda la demanda.

El porcino se lo compran a Coren y en la zona de embutidos incorporaron también algunos productos elaborados con porco celta que le suministra una empresa de Vilalba.

«Pretendemos -señaló Eva Reguera- ir adaptándonos ao que nos pidan os nosos clientes, que queremos captar e fidelizar . Confiamos en que se o facemos ben e nos mantemos na nosa liña de comida caseira e saudable, non nos vai faltar traballo»

«Criamos os nosos becerros e tamén lle mercamos aos veciños que crían rubia gallega»

«Traballaremos os pratos de culler para os clientes que non teñan tempo de cociñar»