El gobierno de Lugo tras las okupaciones en el Sagrado Corazón: «O PP tenta xerar alarmismo»

LA VOZ LUGO

LUGO

Primero se okupó la segunda planta de un edificio en la calle Adolfo Suárez y días después, la primera
Primero se okupó la segunda planta de un edificio en la calle Adolfo Suárez y días después, la primera ALBERTO LÓPEZ

Dos familias allanaron dos pisos rehabilitados, con luz, agua y «contrataron Internet»

01 feb 2022 . Actualizado a las 19:12 h.

Las okupaciones, más allá de ser un problema para la ciudadanía, se han convertido en un arma arrojadiza entre los políticos lucenses. Tras las declaraciones del Partido Popular a raíz de los casos del Sagrado Corazón, el  portavoz del gobierno municipal de Lugo, Miguel Fernández, tomó la palabra para asegurar que el PP estaba intentando generar alarmismo para obtener réditos políticos. «O PP vive ancorado permanentemente na estratexia de infundir temor e xerar alarmismo».

Fernández insistió una vez más en que el Concello no tiene competencias en la materia, puesto que lo relativo a la vivienda le corresponde a la Xunta y la seguridad ciudadana está en manos del Estado. Aun así, añadió, «calquera cuestión que xere malestar ou incerteza na poboación lucense, nos competa ou non, si que nos incumbe e mostra diso é o diálogo e colaboración constante» con otras administraciones. Fernández sostiene que el PP, «ancorado permanentemente na estratexia de infundir temor».

Además, el gobierno local sostienen que ofrecen la colaboración permanente de la Policía Local para impedir okupaciones, pero que, de acuerdo con la ley, son los propietarios de las viviendas los que deben poner las denuncias para poder intervenir. En ese sentido, recordó Fernández que la Xunta habilitó en el año 2021 un teléfono gratuito para asesorar a las personas afectadas por las okupaciones, y en el año que lleva funcionando tan solo atendieron a 30 familias.

Irresponsabilidad

Las palabras del portavoz del ejecutivo local tuvieron su réplica en el PP, que tachó al bipartito de irresponsable por «negar la problemática de los okupas». Los populares lucenses consideran que la reacción del bipartito fue «desproporcionada y a la defensiva» y sostienen que «si estamos hablando de casos de okupación debido a la pobreza, el Ayuntamiento no puede lavarse las manos».

El cruce de declaraciones entre gobierno y oposición lucense, llega después de que vecinos y asociaciones del barrio Sagrado Corazón de Lugo confirmasen el «efecto llamada» tras la okupación sucedida el pasado día 20 en la calle Adolfo Suárez. Una pareja allanó entonces el segundo piso del número 16 y apenas unos días después también se usurpó la primera planta. Todo el edificio está okupado. «Unos llaman a los otros, cuando pasen dos o tres meses, a saber cuantos más habrá», teme un vecino.

El edificio del número 16 consta de un bajo abandonado, que anteriormente fue una tienda de costura, dos pisos y un espacio en el tercer andar que fue restaurado y declarado como vivienda. Todos pertenecen a la misma familia, que rehabilitó y acondicionó recientemente tanto el exterior como el interior. «Los pisos estaban para alquilar», afirma uno de los propietarios. Había sido la residencia habitual de parte de la familia aunque actualmente acudían cada 10 o 15 días.

Conocidos entre ellos

Hace dos semanas, una pareja de 20 y 24 años allanaron el segundo piso. «Forzaron la cerradura y cambiaron la del portal, así que ni la Policía puede hacer nada, pasan a ser ellos los dueños», explica. Según pudieron observar los vecinos de la zona, en apenas unos días las persianas del primer piso aparecieron levantadas. «Se metió otra familia que es conocida suya porque los vimos a todos juntos», relatan los residentes de este barrio lucense. Además, justo en la vivienda contigua, la número 14, otra familia okupa el piso inferior desde hace más de un año. En una de las ocasiones en las que acudió la Policía Nacional, «estuvieron hablando con todos a la vez, por lo que se conocen», explican.

Interior del número 14 de la calle Adolfo Suárez, okupado desde hace un año
Interior del número 14 de la calle Adolfo Suárez, okupado desde hace un año ALBERTO LÓPEZ

Para los propietarios del edificio «es lo de menos» que estén uno o dos pisos okupados ya que una vez cambiaron la cerradura ya no podían hacer nada en ninguno de ellos. «No podemos ni ir a por nuestra correspondencia ni recoger nuestros objetos personales», lamenta. Uno de los dueños presupone que, cuando se vayan, aparecerán los pisos «destrozados». Mientras tanto, tendrán que afrontar sus gastos de agua y luz, que funcionan ambos en todo el edificio. «Por si fuera poco los servicios que tienen y tras haberse metido en unos pisos con los muebles nuevos, vimos como técnicos de una compañía telefónica acudían a instalarles Internet a los que okuparon el segundo piso», afirman desde la Asociación Porta de Lugo.

Mala convivencia

Para quien no es indiferente esta nueva okupación es para los vecinos. La Asociación Porta de Lugo trasladó el «temor» de que el «efecto llamada» continúe. Sobre todo porque es una zona con una gran cantidad de viviendas deshabitadas que son susceptibles de ser okupadas. Solo en la Avenida Adolfo Suárez se pueden observar una docena de casas a la venta o deshabitadas. Por eso, desde las asociaciones insisten en que los propietarios cierren de manera adecuada sus casas y no las dejen en el abandono.

La posibilidad de que aparezcan más okupas preocupa a los vecinos porque ya tuvieron «encontronazos» con los que allanaron el edificio número 14. «Se ponen a pedir, paran a los coches e intimidan a los vecinos», cuenta la responsable de un bar en la zona. En su negocio, prefiere «prohibirle» la entrada a estos okupas para evitar problemas porque, además, si ellos entran, el resto de clientes quiere marcharse.

En el caso de los que acaban de okupar el número 16, los vecinos relatan que todavía no han tenido problemas. De hecho, a ellas las ven «hacer la compra y comprar tabaco». Aunque los que viven en las casas contiguas ya alertaron de ruidos y golpes en las paredes.

La Federación de Asociaciones de Vecinos «vigilará» las acciones de los políticos

Ante las okupaciones, lo que pide la Federación Vecinal es colaboración y acción por parte de los políticos. «Cada 15 o 20 días anotaremos lo que han hecho los representantes públicos para ayudar a acabar con este problema, y también tendremos en cuenta a los que no han hecho nada», explicaron. Los vecinos siguen barajando convocar movilizaciones.

Desde el allanamiento del pasado 20 de enero, la federación solicitó «una ley más dura» y la aplicación de medidas según las competencias que tenga cada institución. Entre lo que propusieron está que no se incluya a las personas que okupan ilegalmente viviendas en el padrón municipal y que se les retiren las ayudas sociales a las que puedan tener derecho. Además, solicitan un apoyo para los particulares afectados por los gastos que tienen que asumir al recurrir a la vía judicial y también al arreglar los desperfectos o daños que sufre su vivienda.

Reunión con el PP

Los concejales del PP del Concello de Lugo visitaron ayer a los vecinos del Sagrado Corazón y también se reunieron con la Federación de Asociaciones Vecinales. El viceportavoz Antonio Ameijide declaró que «la inacción del gobierno local provoca un efecto llamada de okupas», por lo que pidió la creación de una oficina de asesoramiento y apoyo a los propietarios afectados. También se acercó al Sagrado Corazón el vicesecretario del PP Jaime de Olano, acompañado de diputados y concejales. En la reunión con los vecinos, apoyaron sus propuestas para frenar la okupación, que «no solo afecta a los dueños sino a todo el barrio».