Hostelería

Antón Grande

LUGO

07 nov 2020 . Actualizado a las 13:51 h.

Vaya manía que les ha entrado a las administraciones con la hostelería en general, como si de repente hubiesen descubierto que esos antros de vicio y perdición son el fruto de todas las maldades y así, durante un mes si el virus no lo remedia, los tendremos cerrados, tanto en Lugo como en Viveiro, Barreiros y Monforte.

Según datos ofrecidos por la Asociación Provincial de Hostelería, solo el 3 por ciento de los infectados se produjeron en sus locales pero ello no parece ser motivo para mantenerlos abiertos, con las pertinentes medidas de seguridad que la mayor parte se cuida muy mucho en garantizar.

Por ello, no logro entender por qué no se puede estar en un bar manteniendo las distancias reglamentarias y sí se puede ir apelotonado en el metro, o en los buses urbanos, o en tren, con las distancias necesarias; no me explico por qué a los toros y al fútbol puede entrar público manteniendo las distancias y en un bar, no.

No sé por qué en colegios e institutos se siguen impartiendo clases, con las distancias obligadas, y en los bares, no, ni sé por qué en los teatros y cines sucede otro tanto mientras que a la hostelería se le niega, quizá porque los hosteleros son más contagiosos o porque se trata de descargar sobre ellos todos los males que conlleva este puñetero virus.

A partir de ahora supongo que será peor. La gente comprará alcohol, se juntará en pisos, se emborrachará, se abrazará y jugará a las cartas sin mascarilla y sin producir ruido para no alarmar a los vecinos. O sea, peor que con los bares abiertos.

Pero se hará, ya lo verán ustedes.