Un museo de 100 kilómetros en la N-VI

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

La puesta en valor y promoción del patrimonio de la histórica N-VI, una gran asignatura pendiente

05 mar 2019 . Actualizado a las 08:38 h.

Poner en valor y promocionar el patrimonio que presenta la legendaria N-VI en sus más de cien kilómetros por la provincia de Lugo, es una asignatura pendiente en la que deberían trabajar algunas instituciones. El recorrido es un museo gratuito que expone bienes de todo tipo que deberían formar parte de una ruta turística para hacer en un día, con paisajes naturales incluidos, y también parada gastronómica porque la carretera aún sigue conservando restaurantes históricos en algunos municipios.

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El itinerario podría comenzar en Pedrafita en la moderna construcción que Fomento habilitó sobre la A-6 para centro de control. Quizás este inmueble podría servir de escaparate de promoción de la provincia o Galicia para quienes entren en la parte norte de la comunidad.

Descendiendo hacia Becerreá, en Noceda, se conserva una vieja máquina apisonadora. Es digna de estar en un museo de las obras públicas. Casi enfrente sobrevive, restaurada, una máquina de «mallar» de la marca Campeva de Campolongo (Pontedeume). El «artefacto» sigue haciendo su trabajo en algunas celebraciones especiales en la montaña.

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Continuando itinerario hay que elegir el primitivo trazado de la N-VI para pasar por Agüeira (Becerreá). Allí, el Ayuntamiento puso en valor el único poste mirámetrico que se conserva en Galicia. Xosé Luis Martínez Acevedo, que se ocupó de incluirlo en Patrimonio Galego, destaca que se trata de un mojón de los que en el siglo XIX se colocaban cada diez kilómetros. A pesar de ser una pieza de valor parece que no figura oficialmente inventariado. Más adelante, sobreviven marcadores de piedra de granito en Laxosa y delante del viejo cuartel de Garabolos.

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En el siguiente tramo hay que detenerse en el palomar de piedra de A Pontenova (Outeiro de Rei), que fue propiedad de una familia de la zona. A unos veinte kilómetros, en San Alberte, pasado Baamonde, está el monumento a las aguadoras del escultor Víctor Corral, que data de los años setenta del pasado siglo.

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