La crisis impide celebrar este año la feria del coche usado en Vilalba

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

LUGO

Algunos expositores fallaron y otros rechazaron aportar más fondos

11 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La crisis impide que Vilalba celebre este año la feria del coche usado. Alguna de las empresas que acudían otros años al certamen, organizado por empresarios del sector de automoción de la capital chairega, anunció su intención de no asistir, y las que estaban de acuerdo en seguir exhibiendo su mercancía no se mostraban dispuestas a realizar una mayor aportación para cubrir el presupuesto.

Jesús Sardiña, empresario con un negocio de automoción en Vilalba y presidente de la asociación local de empresarios, manifestó que dos de los seis negocios vilalbeses que solían acudir a la feria habían mostrado su voluntad de no acudir. Con solo cuatro en disposición de participar, la feria, dijo «non é viable».

El presupuesto de la iniciativa podía situarse en torno a los 4.500 euros. Repartido entre seis empresas, explicó Sardiña, resultaba un gasto asumible; en cambio, la cifra se volvería más complicada de cubrir si solo hubiese cuatro negocios dispuestos a realizar el desembolso necesario.

Una de las razones por las que algunas empresas podrían tener este año menos interés que otros en participar en la feria está en una menor actividad económica, lo que supone una menor predisposición a afrontar ciertos gastos. Sardiña explicó que el trabajo en los talleres también acusaba las consecuencias de la crisis, por lo que algunos ajustes, dijo, no resultan sorprendentes.

Posible recuperación

La situación de este año, de todos modos, no parece irreversible. La ferie podría volver a celebrarse si las circunstancias económicas cambiasen y las empresas tuviesen capacidad para realizar una aportación económica similar a la que hacían otros años.

En ese sentido, agregó Sardiña, una baza favorable para pensar en la recuperación de esta iniciativa está en las ventas que se lograban y en el interés del público que acudía. Prueba de ello es que «había xente que esperaba á feria para comprar coche», subrayó este empresario.

Los vehículos que se ponían a la venta tenían precios variados, aunque a medida que se fueron celebrando ediciones, lo que coincidió con el agravamiento de la crisis económica, los visitantes buscaban coches cada vez más baratos.