Quince días sin noticias de Pascual

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

jose fouz

Alimentos Lácteos sigue sin saber si tendrá plan de negocio o cerrará

17 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El silencio se mantiene quince días después de que la Xunta se comprometiera a implicarse en el plan de negocio trazado para Alimentos Lácteos y dejara en manos del socio industrial, representado en la figura de José Manuel Muriel, un antiguo directivo de Pascual, la llave para salvar la planta de Outeiro de Rei. En el grupo burgalés, propietario a través de Corporación Empresarial Pascual de la planta de Outeiro de Rei, que tiene alquilada a la sociedad anónima de base cooperativa, existe hermetismo total en torno a este tema. A este silencio inquietante se suma el «sen novidades» de la Consellería de Economía ante la misma consulta y la cerrazón de la gerencia de la planta a hablar sobre este tema.

A medida que pasan los días sin novedades crece la inquietud entre trabajadores y ganaderos que miraban con esperanza una nueva etapa, marcada por un plan de negocio que pretende devolver a la planta a sus tiempos de máxima actividad y que supondría el envasado de 12 millones de litros de leche al mes. De ellos, el 50% de las dos marcas propias con las que Alimentos Lácteos abrió su mercado y el resto, de distribución.

Poner en marcha de nuevo la planta de Outeiro -lo que envasa actualmente es testimonial- y aplicar el plan de viabilidad supondría poner sobre la mesa cinco millones de euros. Xesgalicia ya dejó claro que su grado de implicación para reflotar Alimentos Lácteos dependerá del del resto de las partes, incluidas las cooperativas. Estas, al menos las integradas en el proyecto no están para aportaciones. Sin ir más lejos, Gancobre se encuentra al borde del abismo, inmersa en sus propios problemas y sus socios muy poco o nada quieren saber de la sociedad que los arrastró a la situación actual.

El socio industrial, cuyo nombre no se ha desvelado públicamente, pero que todo apunta a que será Pascual, todavía no ha dado el paso al frente que se espera impacientemente desde hace quince días. Sí lo dio, sin embargo, unos días antes, a través de su exdirector general de operaciones, José Manuel Muriel, cuyos servicios demandó para apagar el fuego en la planta de Outeiro, con sus indicaciones para presentar preconcurso de acreedores en el Juzgado Mercantil. La idea inicial que se transmitió era la de dar tiempo a que cuajaran las gestiones encaminadas a anclar el proyecto.

La falta de noticias ha dado lugar a todo tipo de rumores, especulaciones e interpretaciones. Alguna de ellas vinculada a la presencia de Alimentos Lácteos en la firma del convenio sobre productos lácteos sostenibles, en el Ministerio de Agricultura, junto a otras 13 industrias y a nueve distribuidoras. Entre las primeras figuraban Pascual, Feiraco y Clesa. Estas dos últimas vinculadas a proyectos cooperativos, con un mismo representante, José Luis Antuña.

Cabe recordar que las cooperativas que lidera Antuña optaron a hacerse con la planta de Outeiro, que en un sorprendente giro de los acontecimientos, Pascual dejó en manos de un grupo minoritario, escindido del conjunto y liderado por los presidentes de Arzuana y Gancobre, accionistas mayoritarios de Alimentos.