Una obra que queda incompleta mientras no se arregle la LU-124

La Voz

LUGO

23 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Un viaje de Mondoñedo a Bretoña o a otras parroquias del municipio de A Pastoriza puede realizarse por la LU-125, pero requiere también el paso por el tramo de la LU-124 (Mondoñedo-Vilameá) comprendido entre el centro urbano de la ciudad episcopal y Curros.

Ese tramo, que se recorre antes de tomar la LU-125 y que tiene una longitud de once kilómetros, presenta en estos momentos un deterioro que contrasta con las mejoras de la carretera que acaba en Bretoña. Abundan las curvas en algunos tramos, el firme acusa el deterioro derivado de años pasados sin la realización de inversiones en su reparación, solo hay un carril para cada uno de los dos sentidos de la circulación e incluso la señalización horizontal y vertical está gastada.

Además, a esos problemas se les une, desde hace meses, otra situación: las obras del tramo Mondoñedo-Lindín de la autovía del Cantábrico (A-8) discurren cerca de la vía, y se notan, por ejemplo, en la colocación de semáforos que ahora regulan la circulación en las inmediaciones de Lindín.

Cercanía con la A-8

La mejora de la LU-124, que se arregló hace años en el tramo comprendido entre Cruz da Cancela y As Rodrigas, mejoraría la comunicación de municipios como Riotorto y A Pastoriza con Mondoñedo, y además facilitaría la conexión con la autovía del Cantábrico a esos concellos y a otros cercanos, como A Pontenova.