Funcionarios más irascibles que eficaces

LUGO

Empleados de Tráfico de Lugo niegan que traten despectivamente a los usuarios

14 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Un grupo de 17 funcionarios de la Jefatura Provincial de Tráfico de Lugo se sintieron afectados por una crónica publicada el pasado martes en La Voz sobre las peripecias burocráticas para renovar el permiso de conducir cuando a un ciudadano le roban la cartera. Y por ello enviaron una carta con 17 firmas en la que se refleja el espíritu de servicio al ciudadano que impera en dicha oficina. La carta dirigida al periodista dice: «Cuando uno pierde el permiso de conducir y se dirige a la Jefatura Provincial de Tráfico a solicitar un duplicado, primero (es de suponer que sabe usted leer, tiene permiso de conducir y trabaja en un periódico) se dirige a información y no a un guardia jurado, que aunque amablemente lo atiende, no es ese su cometido».

Pero el «... se supone que sabe leer...», no es lo más despectivo, porque la carta sigue así: «Y a poco que le dé la cabeza, tiene que pensar que un permiso de conducir lleva una fotografía pegada, normalmente el interesado ya la trae».

Aunque parezca inaudito, algunos funcionarios de Tráfico en Lugo se dirigen al periodista en términos como «... a poco que le dé la cabeza...». Si son capaces de descalificar por escrito y públicamente a un periodista por contar la realidad, es imaginable lo que les puede ocurrir en esas oficinas a muchos ciudadanos anónimos cada mañana.

Pero la carta sigue diciendo: «En cuanto al DNI, es imprescindible aportarlo a fin de identificar a la persona, porque es posible, que de no ser así, en el periódico en que usted trabaja se publique en primera página que en la Jefatura de Tráfico de Lugo no se comprueban las documentaciones: que se nos cuelan. Los funcionarios de Tráfico saben decir algo más que ¡¡ah!! y precisamente por eso, y cumpliendo sus obligaciones comprueban los antecedentes para poder así facilitarle una autorización temporal para conducir, aunque a usted le parezca que se da sin más». La bochornosa comunicación termina con el protocolario «un saludo», aunque no se sabe de quién, porque las 17 firmas son ilegibles. Sólo alguna añade el número del DNI.

Cuando dicen «las documentaciones que se nos cuelan» se refieren a las acusaciones formuladas por el fiscal hacia Tráfico, a quien calificó de «una coladera», en un reciente juicio a una red de falsificadores de coches.

Pero al margen del malestar que puedan tener algunos funcionarios por ese juicio, o por el otro caso judicial abierto sobre la desaparición de las multas de tráfico, que publicó La Voz; parece inaudito que un colectivo de funcionarios se dirijan a cualquier ciudadano o a un periodista en tono despectivo.

Ante tal actitud, caben varias preguntas: ¿Habrá autorizado el director de Tráfico esta carta insultante o la desconocerá por completo? Es de suponer que debería interesarse por la misiva y sus firmas, para examinar si vulnera la ley. Por ejemplo, si cumple el artículo 35 de la ley 30/92 sobre el régimen jurídico de las Administraciones Públicas, especialmente el apartado «i», donde dice que uno de los derechos de los ciudadanos es «ser tratados con respecto y deferencia por las autoridades y funcionarios, que habrán de facilitarles el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones». En próximos días se verá si Tráfico desautoriza la carta e investiga la autoría, o si hay silencio y la asume.