Fran necesita pasar por quirófano

LUGO

Crónica | Una vecina de O Corgo traslada a su hijo inválido a Barcelona para que lo operen El joven, que ahora tiene 22 años, se mueve con bastones y necesita ayuda para vestirse, bañarse y comer. Su madre no tiene dinero para pagar los gastos

16 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Francisco Solana Ferreiro viaja este fin de semana a Barcelona acompañado de su madre. El lunes tiene una cita con los especialistas del hospital Vall de Hebrón, en Barcelona. Inicialmente se trata de una revisión, pero ambos partieron con el deseo manifiesto de conseguir una cita para que Fran pueda entrar en quirófano para que le operen una mano, una pierna y una cadera, intervención que mejorará considerablemente su calidad de vida. Y, es que Fran no sabe lo que es correr o jugar al fútbol con sus amigos desde los siete años. Un accidente de tráfico arruinó su vida y a su familia. Desde entonces no puede valerse por sí mismo, usa bastones en sus desplazamientos y necesita ayuda para vestirse, bañarse e incluso para comer. Laura Ferreiro, su madre, conduce este fin de semana su coche para trasladar a Fran a Barcelona para acudir a la revisión que tiene concertada el lunes a primera hora. Está muy enfadada con el Sergas, al que rclama los gastos que supondrá el desplazamiento al hospital catalán porque ella está arruinada y tiene sus bienes embargados. «Me dan -asegura- 89,90 euros únicamente. Con eso se supone que tenemos que viajar los dos, comer y alojarnos los días que tenemos que permanecer allí. Me vi obligada a pedir un adelanto de la pensión de 402 euros al mes que nos permite sobrevivir para poder irnos». Laura dice que le propusieron que le pagaban el viaje, pero no los desplazamientos de su hijos desde el autocar o el tren al hospital, por lo que optó por transportar a Fran en su coche. «El chico no está bien -asegura la mujer- y prefiero llevarlo yo a que vaya en esas circunstancias». Francisco Solana no sabe quién pagar la intervención quirúrgica por la que lleva esperando tantos años. Ahora que cumplió los 22 y dejó de crecer, es el momento idóneo para intentar recomponer su maltrecho cuerpo con la cirugía. Según su madre, las operaciones no lo librarán de usar bastones, pero mejorarán sustancialmente su calidad de vida. El atropello Y, es que el atropello que sufrió Fran aquel fatídico 12 de febrero de 1992 frente a su casa en San Cristóbal de Chamoso, en O Corgo, no está aún resuelto judicialmente. Catorce años después del accidente el joven consiguió que la Audiencia Provincial declarara anulada la renuncia de acciones que en su día efectuó su madre, tras cobrar 15 millones de la aseguradora. El fallo admite que Laura Ferreiro debería de haber obtenido autorización judicial para dar ese trascendente paso. Pero, la sentencia, que está recurrida en casación ante el Supremo, desestima las pretensiones a efectos de indemnización del joven, que quiere que se actualice la cantidad que le pagó la compañía a su madre. Laura dice que no conocía el alcance de las secuelas de su hijo cuando renunció a esas acciones porque tenía el compromiso de la compañía de revisar la cantidad en caso de que éstas fueran más amplias, como ocurrió finalmente. Ahora asegura que se están arruinado y que no saben como afrontar los gastos que se le avecinan. Madre e hijo subsisten con una pensión de 402 euros al mes. Pidió varios adelantos y parece que ya no le conceden más Ella, que tenía un bar cuando su hijo fue atropellado cuando cruzaba la calzada en bicicleta, tuvo que dejar el negocio para atenderlo y ahora asegura que se encuentra atada de pies y manos. Esperan retornar de Barcelona con la operación quirúrgica ya realizada o con una fecha ya fijada para ello.