La ciudad con pincel y lluvia

La Voz

LUGO

FOTOS: ÓSCAR CELA

A media voz El tiempo no ayudó a los participantes en el cuarto Certamen de Pintura al Aire Libre, que coincidió con el San Cristóbal de los taxistas y con las fiestas monterrosinas

10 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Entender el arte y amarlo es una misma cosa. Prueba de ello fueron los participantes en el IV Certamen de Pintura al Aire Libre que se celebró ayer en el casco histórico de la capital. No los asustó el frio y se resguardaron del agua bajo tejadillos, portales y sombrillas. Detrás del Concello, bajo el toldo de una tienda, Hipólito Xeada Pena escogió el óleo sobre lienzo para plasmar la plaza de Ángel Fernández con la expresividad del color y el atrevimiento del sombreado. Como el acrílico seca antes que otros materiales, fue el escogido por muchos artistas. Isabel Rey Sastre llegó desde Ribeira y escogió para inspirar su arte figurativo la Catedral, guareciéndose de las gotas en la plaza de Pío XII, en el portal de la tienda de artesanía Xoañina. Desde Avilés vino por primera vez Tomás Pérez Marbán, que fue precavido y trajo una sombrilla para colocarse en la Muralla, y aunar la música y la pintura. En el templete de la plaza Maior se reunieron dos jóvenes de Porto do Son, Irene y Verónica, un profesional de Cambados, Eduardo Baamonde, y dos lucenses, Anamá y Manuel Teijeiro Valledor, que aderezaron la lluvia con arte y buen humor. Los pintores hablaron de competencia desigual pues los que están empezando compiten con profesionales, pero todos se alegraron de salir del estudio y compartir una mañana de arte, sin importar el cielo gris o no lograr un premio. Por la vocación todos son ganadores. Coincidió la festividad de San Cristóbal y el cumpleaños de la Asociación Profesional de Taxistas de Lugo. Ayer, los guías urbanos por excelencia, celebraron una misa en la iglesia de Albeiros en honor a su patrón. Bendición de vehículos, procesión de San Cristóbal y sesión de fuegos artificiales precedieron a la suculenta comida de hermandad en el Jorge I. El alcalde de la ciudad, López Orozco, no quiso perderse la fiesta del cuarto de siglo de la asociación. San Cristóbal se celebró también ayer en Monterroso. Aunque la lluvia no ayudó para que hubiese multitudes en la comida campestre, hubo animación en las calles con la charanga Os Celtas. En la misa solemne que se celebró al mediodía, cantó el coro parroquial y Carlos Méndez, que ofició la homilía; repasó la vida de San Cristóbal y habló de los problemas y disgustos que da el tráfico. El corresponsal J?.A?. Pereiro informó que fue un éxito la procesión, en la que participaron unos tres centenares de vehículos. El premio al mejor coche engalanado se lo llevó un Galloper de un vecino de Monterroso, José Antonio Regueira; y el premio de cien euros fue para el Chevrolet del año 1956 de José Antonio Juiz, que acudió desde Chantada y que es un habitual participante en estas concentraciones.