Crónica | Los rayos provocaron numerosos incendios en varios concellos de la provincia El pueblo de A Fonsagrada participó activamente toda la noche para sofocar las llamas declaradas en el ático de un edificio en el que viven seis familias
13 ago 2003 . Actualizado a las 07:00 h.La noche del martes fue más larga que de costumbre para muchos. El fuego originado por varios incendios no permitió conciliar el sueño y obligó a decenas de lucenses a presentarse ayer en el trabajo sin pegar ojo. Con la caída de rayos comenzaron las llamadas a los servicios contra incendios. El fuego en el tejado de una vivienda del campo de la feria de A Fonsagrada, habitada por seis familias, movilizó a todo el pueblo a última hora de la tarde del martes. La motobomba municipal y las de Ribadeo y Negueira prestaron servicio, con la cooperación de vecinos de A Pobra do Burón, que llegaron al lugar con sus cisternas. Acudió la Guardia Civil, los bomberos de Lugo, operarios de Protección Civil y no faltaron voluntarios para apagar el fuego declarado en el ático de un edificio de tres pisos. Afortunadamente los residentes de la última planta no se encontraban en la vivienda en el momento en que se inició el fuego y que ocasionó el derrumbe del techo y varios desperfectos por el humo y una fuga de gasóleo procedente de unos tanques. También fue necesario sofocar las llamas en un colchón situado en la segunda planta. Familiares de Xosé Fernández y vecinos suyos trabajaron ayer, junto con operarios municipales, en la limpieza de los restos ocasionados por el fuego. Otro punto de la provincia donde se vivió anteayer y ayer una gran tensión fue San Xoán de Alba y Torre, en Vilalba. Los vecinos, ayudados por Protección Civil y motobombas, controlaron el incendio hasta las cinco de la mañana. La proximidad del fuego a las casas hizo temer lo peor. Ayer mismo, en la conocida como casa de Goldar reconocían que habían pasado miedo al ver cómo el fuego que arrasó el monte de A Louseira se acercaba a sus viviendas, que afortunadamente no tuvieron que desalojar. Sin embargo, el viento registrado a mediodía de ayer reavivó algún foco no extinguido totalmente, lo que puso en alerta a los operarios ya que el fuego se extendía en dirección a Pígara. Otros incendios declarados ayer fueron los de Catro Ventos, en Cervantes, que afectó a una zona de monte. Varias brigadas se desplazaron hasta un monte a cuatro kilómetros de O Cádavo y a los incendios declarados en Maderne y Liñares, en A Fonsagrada. Los bomberos lucenses sofocaron el incendio de Bravos (Outeiro), que se llegó a aproximar a viviendas y se desplazaron a O Carqueixo, donde las llamas de una hoguera se extendieron a una zona próxima. Al cierre de esta edición, continuaban activos dos incendios. Dos cuadrillas, tres motobombas, una pala y cuatro helicópteros trabajaban para extinguir el fuego que afectó a monte raso en Traserra (Navia). Un helicóptero, un avión de carga en tierra, cinco cuadrillas, cinco motobombas y un agente intentaban apagar el fuego que arrasó hectáreas de monte de Ribeira de Piquín.