La vuelta de las cenas inyecta moral a la hostelería de Monforte

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Una camarera limpia la barra en una cafetería de Monforte
Una camarera limpia la barra en una cafetería de Monforte CARLOS CORTÉS

La ampliación de horario llega tras unas semanas mejores de lo que muchos temían

06 may 2021 . Actualizado a las 20:52 h.

Está claro que nos viene bien la ampliación del horario, pero, por favor, tengamos todos prudencia para no volver atrás». Beatriz Vila, de la delegación en Monforte de la asociación de empresarios de hostelería de Lugo, tiene claro que el sector local acoge con los brazos abiertos la posibilidad de cerrar más tarde. La relajación de las medidas de prevención de contagios llega con Monforte y casi todos los demás municipios del sur de Lugo en una buena situación clínica. La excepción es Chantada, pero incluso este municipio parece evolucionar positivamente, a pesar de los brotes que todavía tiene activos.

El retraso de la hora de cierre permitirá a los restaurantes recuperar las cenas, una parte de su negocio que llevaba meses paralizado. Prácticamente todos lo van a aprovechar inmediatamente, pero en el sector hay temor a que tras esta reapertura pueda otra marcha atrás. David Neira, del restaurante monfortino Edulis, admite que el cierre a la una de la mañana les viene bien, pero alerta contra posibles «recaídas». Ellos tienen todavía personal en ERTE y estamos pensando si lo anulan ya para la semana que viene o esperan un poco, «por se acaso hai volta atrás».

En el restaurante JM, también en la zona de la Compañía, no tienen ningún dilema con el ERTE, porque ya hace semanas que recuperaron al 100% de la plantilla que tenían. Ricardo García, su propietario, ve bien que se abra la mano en estos momentos, pero también él dice tener miedo a que los datos de la pandemia empeoren y haya nuevos cierres. «Se isto sae mal e no verán temos que volver pechar, entón si que vai ser a ruína total, e non para a hostalería, tamén para outros sectores como o comercio».

Unas semanas buenas

La mayoría de los establecimientos consultados coinciden en apuntar que las últimas semanas han sido inesperadamente buenas. Tras el cierre general de enero y febrero, la clientela volvió y la actividad se recuperó a una velocidad que muchos no esperaban. Ricardo García, por ejemplo, temía que las cosas no fuesen bien cuando tocó reabrir tras el obligado parón de la tercera ola del virus, pero ahora reconoce que se equivocó. «Había tempo -asegura- que no JM non traballabamos tanto nestas datas».

También les ha ido bien en las últimas semanas a los responsables de la cafetería y restaurante Riosol, en el barrio de la Estación. Igual que ocurre en el JM, ellos también vuelven a tener toda la plantilla trabajando. Y no solo eso, sino que van a necesitar más personal. De hecho, ya lo están buscando, porque con la ampliación del horario les hacen falta dos personas más. En este establecimiento, Ángel Yepes admite que ya les había venido bien tener trabajando alguien más las última semanas, porque han tenido mucho movimiento. «La verdad -dice- es que ahora somos optimistas».