¿Cuántas truchas se come realmente un cormorán?

l. d. MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARSLOS RUEDA

Medio Ambiente elaborará un estudio sobre el impacto de estas aves migratorias en los ríos

04 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La persecución que sufrió el cormorán grande en los años sesenta y setenta es historia. Ahora está protegido y puede alimentarse de peces a sus anchas en los ríos en los que inverna. Los pescadores ponen el grito en el cielo y piden a la administración medidas para controlar las poblaciones de estas aves. Los biólogos, por el contrario, creen que el impacto que pueda suponer la recuperación de este especie es mucho menor que el derivado de la baja calidad de las aguas. Sin un estudio previo, en todo caso, no se puede actuar sobre ella.

La elaboración de ese tipo de estudios es una reivindicación de los pescadores de Galicia y Asturias. En marzo del 2017 se reunieron en A Pontenova para reclamar medidas urgentes frente a la «sobrepoblación» de estas aves. Al menos en Galicia, parece que las quejas no han caído en saco roto. En el último comité provincial de pesca, los representantes de la Consellería de Medio Ambiente se comprometieron a realizar un informe para calibrar el impacto real del cormorán grande en los ríos.

Oficialmente, la consellería ni lo confirma ni lo desmiente. Los representantes de las asociaciones de pesca que acudieron al comité de pesca previo a la temporada aseguran que hubo un compromiso explícito, aunque sin una fecha para su presentación. Los colectivos de pescadores afirman que los esfuerzos para repoblar varios ríos de la provincia se han visto frustrados por la llegada masiva de cormoranes.

Según sus cálculos, la dieta diaria de cada una de estas aves no baja de los cinco o siete peces. No existen, sin embargo, investigaciones científicas que cuantifiquen el impacto de estas aves migratorias -procedentes del norte y el centro de Europa- sobre las poblaciones de salmónidos.