Neno da Ponte se bebe en Taiwán

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El chef gallego Daniel Negreira, famoso por sus restaurantes en Asia, visita las viñas de Roberto Regal

17 jul 2018 . Actualizado a las 11:37 h.

La casualidad puso a Roberto Regal en el camino del cocinero gallego Daniel Negreira. Nacido en Brión y formado profesionalmente en el País Vasco, adquirió prestigio internacional en Taiwán con un local de estética futurista y platos de técnica molecular que llevaba el poco glamuroso nombre de El Toro. Fue un artículo sobre el bodeguero y viticultor chantadino el que propició que llegasen a contactar. Gracias a aquella reseña, los vinos de Neno da Ponte maridan a muchos miles de kilómetros con cocina de raíces españolas sazonada con guiños al gusto asiático.

Neno da Ponte es una especie de otro yo de Regal, una historia de niñez que de la que habla el bodeguero el documental sobre la ribera del Miño que lleva ese título. «De cativo berraba xunto ao río ‘¡neno!’, e o eco devolvíame o berro dende o outro lado. Estaba convencido de que alí había outro neno, ata que entendín que en realidade era eu», relata el bodeguero. El puente sobre el Miño del que habla es el de Portotide, próximo a los viñedos de los que sale la uva para ese vino. Daniel Negreira tuvo la oportunidad de conocerlos esta semana en una visita a la Ribeira Sacra.

El Toro ya es historia. La tasca vanguardista con la que Daniel Negreira cimentó su prestigio en Taipéi cerró poco tiempo después de su apertura en el 2017. Murió como suele decirse de éxito. La corporación propietaria del edificio en el que funcionaba pretendía subir el precio del alquiler para que estuviese acorde con la elitista clientela del local. Demasiados peldaños de golpe. Desde entonces, el cocinero probó suerte en China, con varios locales en Shanghái, y creó una consultora gastronómica con sus iniciales -DN Group- que asesora a un restaurante en San Petersburgo. Él sigue detrás de los fogones en Taipéi, en DN Innovación, hasta donde llega el eco del Neno da Ponte.

«Estivo uns días en Galicia e contactou comigo para que puidésemos coñecernos persoalmente», explica Regal. Hay varios vinos con la etiqueta de Neno da Ponte, cada uno elaborado con las uvas de una viña diferente. Daniel Negreira tenía especial interés por conocer la finca de procedencia de Horta da Cal, el que más le ha gustado de toda la colección. En ella desembarcó durante su visita desde una lancha en la que recorrió junto al bodeguero la ribera chantadina.

Regal cree que la singularidad de sus vinos es la clave de que llegasen al restaurante de Daniel Negreira en Taiwán. «Quere viños exclusivos, diferentes. É un local con capacidade para trinta persoas, clientes de elite que buscan viaxar a través da gastronomía», apunta. Comensales que pagan con tarjetas sin límite de crédito, como los define el cocinero. Y que quizás algún día quieran conocer también la viña de la Horta da Cal.

Su local en Taipéi, DN Innovation, está dirigido a una clientela de alto poder adquisitivo

 

el chef y los vinos

El cocinero

Daniel Negreira (Brión, 1978) se formó en la Escuela de Hostelería de Donostia. En su etapa de aprendizaje, tuvo como referentes cocineros de la talla de Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, Martin Berasategui, Andoni Luis Aduriz o el mismísimo Ferran Adrià. En 2006 obtuvo el premio al mejor joven cocinero del País Vasco y en 2007 la medalla de plata en el prestigioso Bocuse D’Or a nivel nacional. Ese mismo año viajó a Taipéi, tras casarse con una taiwanesa. El Toro, la tasca de cocina de vanguardia que abrió en esa ciudad asiática, tuvo un éxito fulgurante. La guía de gastronómica de referencia en Asia incluyó su local en su ránking. En una economía en crecimiento, no le faltaron socios inversores para agrandar su proyecto. Para algo Taiwán es el país con más densidad de billonarios. «Con b de billón», subraya Negreira.

Los viñedos

Neno da Ponte es una colección de vinos de finca elaborados por el enólogo y viticultor chantadino Roberto Regal. Cada uno de ellos procede de una viña diferente cuyo nombre recoge la etiqueta: A Raña, Migueletas, Horta da Cal. Todos son tintos y las parcelas se reparten a ambos lados de la ribera del Miño. En el cultivo de estos viñedos no se emplean herbicidas ni productos sistémicos, en la línea de otras elaboraciones de Regal.