Las bodegas solicitan batidas por los daños del jabalí en los viñedos

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS LOSADA

La normativa actual carga sobre los cazadores la indemnización de las pérdidas

26 ago 2017 . Actualizado a las 08:38 h.

¿Quién paga las pérdidas causadas por el jabalí en las viñas? Con la ley en la mano, la responsabilidad recae en las sociedades que gestionan el aprovechamiento cinegético de los terrenos. Ante la relevancia de los daños causados por el jabalí, la Lei de Caza de Galicia que aprobó la Xunta en el 2007 preveía la creación de un fondo de corresponsabilidad del que nada más se supo. Los tecores, como se conoce ahora a los cotos, no pueden asumir esas indemnizaciones y tampoco pueden echar mano de una póliza para cubrirlas. Solo les queda compensar al sector vitícola mediante la organización de batidas. Algunas bodegas se apresuraron a pedir que se realicen monterías en cuanto acaben las tareas de vendimia.

Finca Míllara, bodega perteneciente a la denominación de origen Ribeira Sacra, ya solicitó al coto de caza de Pantón la celebración de batidas en las proximidades de sus viñedos. Igual que en otras muchas zonas, la vendimia de este año parece resentirse más que nunca de los estragos causados por el jabalí. «Se os cotos tivésemos que responder dos danos nas viñas, a única alternativa sería a disolución. Penso que non sería do agrado dos viticultores, porque a poboación de xabarís dispararíase», dice Christian López, presidente del tecor al que se dirigió esa bodega.

Entre las principales novedades de la Lei de Caza de Galicia estaba la puesta en marcha de un fondo de corresponsabilidad que permitiría un reparto «máis solidario» de las cargas derivadas de los daños de especies cinegéticas. La Xunta se comprometía a habilitar fondos públicos «para evitar que os danos se produzan ou para contribuír ao esforzo económico que representan». Diez años después de la entrada en vigor de la nueva normativa, esta fórmula continúa sin llevarse a la práctica.

Una solución inasumible

Los tecores consiguieron resolver, no sin problemas, la cobertura mediante seguros de los accidentes de tráfico motivados por la caza mayor. En el caso de los daños en cultivos como el viñedo, está fórmula parece descartada. Ni las compañías están por la labor ni el hipotético coste de la póliza sería asumible para las sociedades cinegéticas.

Las condiciones del año favorecen la concentración de estos animales en zonas de ribera

Las incursiones del jabalí en los viñedos parecen haber aumentado. En la ribera del Sil, los viticultores hablan de una sobrepoblación de esta especie cinegética. Los cazadores, por el contrario, creen que no hay más jabalíes que otros años. «O problema é que o xabaril tende a concentrarse na ribeira, que para eles é un hábitat ideal», opina Christian López. Por su abrupta orografía, explica el presidente del tecor de Pantón, «é un terreo moi difícil de cubrir nunha batida». «Teñen un monte infranqueable onde refuxiarse e ao lado auga e comida abundante», añade.

José Manuel Rodríguez, presidente del consejo regulador, inició esta semana la vendimia en la ribera de Doade. También sus viñedos se resienten de las incursiones de los jabalíes. «Entre paxaros e alimañas, o recorte na colleita non baixa dun vinte por cento», dice el bodeguero. Desde su punto de vista, las condiciones meteorológicas de este año no son ajenas a esta merma de la uva. «Non só está a seca. As xeadas arrasaron coa froita en moitos lugares», señala.

Limitaciones en la cría

Pese a todo, en algunas épocas del año las sociedades cinegéticas tienen dificultades para obtener permisos para realizar batidas. En la época de cría, por ejemplo, la Xunta solo permite habitualmente la realización de cacerías «de dispersión o desencame». El objetivo es alejar a los jabalíes de los lugares en los que se instalaron, pero sin utilizar armas. «Se chegas á ribeira sen escopeta e cos cas atados, o normal é que che digan se estás de broma», dice un cazador.