Ribeira Sacra calcula que la producción rondará de nuevo los cinco millones de kilos La mesa del vino busca un acuerdo entre elaboradores y cosecheros para evitar los excedentes
02 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.La mesa del vino de Ribeira Sacra intentará plasmar por escrito en la próxima reunión, prevista para el 23 de agosto, un compromiso de las principales bodegas que garantice la estabilidad del precio de la uva con respecto a la pasada vendimia. El delegado de la consellería de Medio Rural, Emilio López Pérez, se entrevistará primero con representantes de las diez firmas cuya capacidad de elaboración está por encima de los cien mil litros. Posteriormente, trasladará las conclusiones del encuentro a los representantes de los viticultores y de los sindicatos agrarios. Por encima del precio de la uva, la incógnita a poco más de un mes del inicio de la vendimia está en si las grandes bodegas mantendrán el nivel de demanda de campañas anteriores. Rectoral de Amandi, que el pasado año compró del orden de 1.300.000 kilos de uvas, a un precio medio de un euro el kilo, ha dado a entender que recogerá una cantidad similar, pero sus proveedores se encontrarán con mayores exigencias en el nivel de calidad de la materia prima. Otras bodegas anuncian, sin embargo, recortes de mayor o menor volumen sobre la cantidad de uva que venían adquiriendo en las últimas cosechas, debido a la ralentización de las ventas de vino. Según las previsiones del consejo regulador, la producción acogida a la denominación de origen -que supone un 40% del total cosechado en la zona- rondará en la próxima cosecha los cinco millones de kilos de uvas. Postura suicida «Hai medo a que baixe a demanda da uva, pero a de boa calidade non terá problema para entrar nas adegas. A batalla dos viños da Ribeira Sacra está en manterse nun nivel medio-alto, tirar os prezos sería suicida», opina Xosé Manuel Vilas, del Sindicato Labrego Galego. Vilas, que representó al SLG en la última mesa del vino, considera que la situación de la Ribeira Sacra es mucho menos conflictiva que la que atraviesan otras denominaciones de origen. «Ribeira Sacra deféndese ben nos tintos nun mundo do viño cada vez máis convulso, aínda que unhas adegas teñen máis problemas que outras», señala el sindicalista. El hecho de que 18 de los 24 millones de botellas de vino tinto que se venden al año en Galicia sean de Rioja evidencia, a su juicio, que Ribeira Sacra puede superar la crisis actual «sen necesidade de grandes batallas ultramarinas». Por su parte, Unións Agrarias hizo público un comunicado tras la reunión de la mesa del vino de la Ribeira Sacra en la que defiende «a necesidade dun acordo de prezos que sexa válido para a maior parte da producción, un obxectivo realista que se debería acadar sin problemas». Este consenso pasa, según su criterio, por la fórmula de la firma de contratos homologados, para la que ya existe un principio de acuerdo en Rías Baixas.