Héctor Nafría, enfermero: «El cuerpo no necesita nutrientes extras en forma de vitaminas si no hay un déficit»

VIDA SALUDABLE

El responsable de la unidad de Cultura Científica del Consejo General de Enfermería analiza la moda de recibir micronutrientes en pastillas o en sueroterapia
04 jul 2025 . Actualizado a las 15:08 h.La presentadora y modelo Eva González sorprendió a sus seguidores esta semana, cuando compartió, desde un centro de medicina estética, que se estaba sometiendo a una sueroterapia basada en un cóctel de vitaminas y minerales. «Hace un tiempo que no me encuentro bien. Como que mi cuerpo está cansado y no me responde como suele hacerlo. El volumen de estrés y de trabajo creo que no ayuda mucho... Hablé con mi doctor favorito y hoy por fin he encontrado un hueco para ir a verlo. Me ha oxigenado 250 mililitros de mi sangre y un cóctel de vitaminas B y C, magnesio y zinc. De esta me vuelvo invencible», escribía en su cuenta de Instagram.
Ella no es la primera famosa que se somete a este tipo de tratamiento y lo hace público en sus redes sociales, alegando supuestos beneficios. Héctor Nafría, responsable de la unidad de Cultura Científica del Instituto Español de Investigación Enfermera, del Consejo General de Enfermería, analiza esta moda, procedente de Estados Unidos.
—En el día a día de un hospital, ¿cómo se utiliza la sueroterapia?
—En el entorno hospitalario, la sueroterapia o fluidoterapia es el uso de sueros intravenosos para hidratar al paciente, corregir desequilibrios, como el equilibrio ácido-base. También lo utilizamos para administrar medicamentos, y sirve para vehicular fármacos o nutrientes cuando no es posible que el paciente los tome por vía oral. Se utiliza solo en casos muy justificados, como pacientes con vómitos, diarreas o cirugías o cuando está muy crítico. Sin embargo, no es para nada un tratamiento estético ni preventivo.
—¿Cuál es el sentido de vehiculizar el medicamento o los nutrientes por esta vía?
—La vía intravenosa permite que haya una absorción inmediata del medicamento o del nutriente que quieras poner. También evitamos el sistema digestivo cuando alguien está con náuseas o vómitos. Muchas veces lo usamos para que haya mayor precisión en lo que introducimos, porque sabemos exactamente cuánto vamos a meter. Esto se usa eso en emergencias, en urgencias, en operaciones, en infecciones muy graves o cuando un paciente está muy deshidratado. Pero solo está indicado cuando es muy necesario, no es una vía más eficaz que la oral y, además, es más peligrosa. Por eso, cuando el paciente ya puede comer, por ejemplo, se retira rápidamente la vía intravenosa, y se pasa a la medicación oral, que es más barata y más segura.
—¿Por qué?
—Al final, puede haber problemas de infección, de flebitis (inflamación de una vena). Por eso en el entorno hospitalario se retira en cuanto puedes.
—¿Qué respaldo científico tienen los cócteles de vitaminas que, en muchas ocasiones, se ven en centros médicos?
—No hay ningún respaldo científico suficiente al respecto. No hay casos clínicos que nos muestren la evidencia de que esto es efectivo o que es bueno para los pacientes. Las clínicas que lo ofrecen aseguran que mejora la piel, refuerza el sistema inmune o desintoxica el organismo. Pero no hay evidencia que lo respalde en personas sanas. La única indicación para ponerte unas vitaminas es la avitaminosis, es decir, que no tengas vitaminas. El cuerpo no necesita estos nutrientes extras si no hay un déficit; incluso, puede ser perjudicial y producir hipervitaminosis. Además, si se hace sin supervisión médica o de enfermeras, también puede haber un riesgo mayor.
—Se suma el hecho de que hay vitaminas que se eliminan por la orina.
—Claro. Hay vitaminas hidrosolubles, como las del grupo B, que se eliminan cuando el cuerpo recibe más de lo que necesita. Se secretan por la orina y no las podemos almacenar. Algunas como la C, en dosis altas, pueden provocar efectos adversos. Y luego están las liposolubles, cuyo exceso sí se acumula, y pueden conducir a una hipervitaminosis tóxica. Por eso hay que tener mucho cuidado.
—¿Una dieta saludable y suficiente suple las necesidades de micronutriente de una persona?
—Clarísimamente. Lo mejor es tener una dieta saludable, llenar nuestro carro de compras de verduras y frutas, que va a ser mucho más barato y nos va a aportar los nutrientes de manera natural, más segura y evitará que haya un exceso. Ningún suero o suplementación va a sustituir una dieta bien hecha, bien planteada, acompañada además de ejercicio intenso, descanso y control del estrés en personas sanas.
—¿En qué casos es necesaria la suplementación oral?
—La suplementación oral se usa desde siempre y está muy justificada en situaciones muy concretas. Por ejemplo, en los déficits de vitamina D, en la anemia por falta de hierro. Pero para ello precisas una analítica. Y luego hay procesos en la vida en la que también es necesaria como el embarazo, la lactancia y la vejez. También en dietas veganas. Sin embargo, la mayoría de las veces se consume sin necesidad real. En ocasiones, estas clínicas que ofrecen sueroterapias también ofrecen suplementos orales. La realidad es que más no es mejor. Por eso, la suplementación siempre tiene que seguir un criterio médico o nutricional.
—Los cócteles de vitaminas y minerales que se venden como sueroterapia incluyen vitaminas del complejo B. ¿Cuál es su función?
—Son las que participan en el metabolismo y la función nerviosa. En la actualidad, se puso muy de moda por la salud de la piel, del cabello o de las uñas. en la alimentación, se encuentran en la carne, pescado o en los huevos sobre todo. También en los productos lácteos y en las verduras de hoja verde. Por lo tanto si tomamos cantidad de alimentos de forma variada las tendríamos.
—¿Y la C?
—Esta también está de moda por su capacidad antioxidante, porque ayuda a cicatrizar las heridas, absorbe mejor el hierro y favorece el sistema inmune. La podemos encontrar en las frutas, o en verduras como el brócoli y el tomate.
—¿Qué hay de la D?
—Ayuda a la absorción del calcio y del fósforo. Mucha gente la gente para sus huesos y para el sistema inmune, pero tomando pescado graso, yema de huevo y exponiéndose al sol de forma segura, la tenemos. Muchas veces, si hay una carencia diagnosticada, el médico podrá recomendarnos una suplementación.
—Otro de los grandes conocidos en el mundo de la suplementación es el magnesio.
—Sí, también se puso muy moda. Parece que lo arregla casi todo. Realmente, participa en nuestra función muscular y nerviosa, por eso, muchas veces dicen que con ella dormimos mejor; también en la salud ósea y en el metabolismo energético. Se encuentra, sobre todo, en los vegetales de hoja verde, frutos secos, semillas y en el chocolate negro y de buena calidad.
—¿Qué función cumple el colágeno?
—El colágeno se supone que también debe ser diagnosticado, y se puede encontrar pescado, en carnes, y en frutas cítricas o verduras.
—Otro de los que aparecen mencionados en estos cócteles de micronutrientes es el zinc.
—Sí, es esencial para nuestro sistema inmune y para la función de muchas enzimas. Sin él no funcionarían nuestras enzimas, pero este sí que lo podemos encontrar muy bien en carnes, como el pollo, en mariscos o en legumbres. Por lo tanto, si tenemos una dieta equilibrada vamos a tener zinc.