Parte del dinero que huye a toda prisa de las bolsas se está refugiando en el mercado del petróleo contribuyendo a disparar la cotización del barril. Aunque, claro está, lo que más está tensionando los precios es la posibilidad de que la crisis ponga en riesgo las exportaciones rusas de oro negro. No es para menos, se trata del segundo mayor productor del mundo.
La onda expansiva del ataque ruso sobre Ucrania también llega al mercado de divisas, con el euro como gran damnificado y el dólar ganando terreno a marchas forzadas. A última hora de la tarde, la divisa europea se pagaba a 1,114 dólares.