El «brexit» duro dejará sin cuentas bancarias a los británicos residentes en la UE

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Sucursal de Lloyds Bank en Londres
Sucursal de Lloyds Bank en Londres Toby Melville | Reuters

Las entidades avisan a sus clientes de que podrían perder el acceso a sus ahorros

23 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque todavía restan más de tres meses para que el brexit se materialice, los británicos residentes en la UE ya están sintiendo en carne propia las consecuencias de que su Gobierno haya sido incapaz de firmar un acuerdo con los Veintisiete para evitar un divorcio a las malas. Así, en los últimos días miles de expats (expatriados) han comenzado a recibir de sus bancos en el Reino Unido emails y cartas en las que les informan de que sus cuentas serán cerradas y sus tarjetas dejarán de funcionar una vez que el país deje el club comunitario el 31 de diciembre, o incluso antes.

Entidades como Lloyds, Barclays o Coutts han sido las primeras en dar la mala noticia a sus clientes esparcidos en la otra orilla del canal de La Mancha. Llodys, propietario de Halifax y del Bank of Scotland, ha contactado con 13.000 clientes en Alemania, Holanda, Portugal y otros países comunitarios, según publica The Guardian. «Le hemos escrito a un pequeño número de clientes que viven en países de la UE para informarles que, debido a la salida del Reino Unido, lamentablemente no podremos seguirles brindando nuestros servicios», anunciaron desde Lloyds.

Por su parte, Barclays informó de que han comenzado a contactar con sus clientes en España, Francia y Bélgica para advertirles que desde el 16 de noviembre sus tarjetas serán canceladas. La filial británica del Santander, por su parte, no ha informado todavía si también hará lo mismo o no.

Se estima que hay más de un millón de británicos en la UE, un alto porcentaje de ellos son jubilados cuyo principal ingreso es la pensión que el Estado les deposita en sus cuentas.

Desde las 11.01 horas de la próxima Nochevieja los bancos británicos no podrán operar en el mercado único, pues perderán el llamado passporting que les permitía operar en los Veintisiete. Solo un acuerdo con la UE puede evitarlo, pero esto hoy parece más lejos que nunca por la Ley del Mercado Interior del Reino Unido defendida por Boris Johnson y ratificada ayer en el Parlamento. Las entidades con filiales en la UE podrían continuar operando, pero las que no las poseen tendrían que solicitar una licencia para comerciar en cada país del espacio económico europeo y algunas entidades tienen muy pocos clientes en la Unión para justificar esta costosa operación burocrática. Desde el referendo del 2016, las consultoras estiman que desde el próximo enero los bancos y aseguradoras británicas perderán el 25 % de sus ganancias: 50.000 millones de libras (59.000 millones de euros).

Pese a las enormes cifras del sector financiero, los intereses del pequeño, pero simbólico, sector pesquero han terminado imponiéndose en las negociaciones con Bruselas. Desde el bando comunitario han exigido a Londres que le permita a sus pescadores continuar faenando en aguas británicas como hasta ahora, así como que acepte mantenerse alineado en materia laboral, medioambiental y de subsidios, a cambio de suscribir un acuerdo de libre comercio que garantice a sus bancos seguir operando sin problemas. La petición ha sido rechazada desde el 10 de Downing Street, por considerar que vulnera su independencia.

Starmer llama a los laboristas a recuperar las políticas de Tony Blair

En la clausura del congreso anual laborista, Keir Starmer anunció su intención de hacer del laborismo una oposición «competente y creíble», centrada en la seguridad y el empleo y con la mira puesta en emular a ex primeros ministros como Tony Blair. Starmer, que lidera a los laboristas desde hace cinco meses, prometió un nuevo comienzo e hizo un llamamiento a los votantes que han dado la espalda al partido para que «confíen» de nuevo. En su repaso de las derrotas consecutivas encajadas por los laboristas en cuatro elecciones generales, afirmó sobre la última, bajo el liderazgo de Jeremy Corbyn, que el partido mereció perder. Starmer arremetió contra el Gobierno de Boris Johnson por «lastrar» al país con su «incompetencia» ante la crisis del covid y el «brexit».