Israel y Hamás se dan una tregua

Mikel Ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

AFP| SAID KHATIB

Los bombardeos y lanzamiento de cohetes se detuvieron, pero francotiradores israelíes mataron a dos palestinos en otra protesta en la verja de separación en Gaza

11 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Israel y Hamás elevaron la tensión en Gaza al mayor nivel que se recuerda desde la guerra del 2014 antes de acordar un alto el fuego temporal. Después del lanzamiento de 180 cohetes desde la Franja y de que el Ejército atacara 150 objetivos, que dejaron tres muertos, las facciones palestinas informaron a última hora del jueves del pacto alcanzado para una tregua gracias a la mediación de Egipto. Como es habitual en estos casos, el Estado hebreo no confirmó la información ya que, oficialmente, «Israel no negocia con terroristas», pero los bombardeos cesaron y el silencio volvió a Gaza.

«La mediación de Egipto ha logrado devolver la calma a la zona y frenar la escalada de violencia entre Israel y las facciones palestinas. Nosotros vamos a respetar la calma, siempre que Israel haga lo propio», declaró una fuente palestina implicada en la negociación a la agencia Reuters.

Tras el lanzamiento masivo de cohetes en los últimos días, el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, señaló que el Estado hebreo «es muy débil y puede ser derrotado fácilmente». Los islamistas llamaron a la población a participar un viernes más en las movilizaciones de la Gran Marcha del Retorno en la verja de separación. Como consecuencia, un sanitario y un manifestante perdieron la vida por disparos de los francotiradores israelíes en Rafah y otros 170 convocados resultaron heridos en esta vigésima semana consecutiva de protestas, según informó el Ministerio de Sanidad en la Franja.

Desde el Gobierno israelí no hubo comentario alguno, aunque el Ejército levantó las restricciones de seguridad a las localidades más próximas a la Franja y desde la medianoche no se produjeron bombardeos por lo que parece que también se sumó al planteamiento de «calma a cambio de calma». Esta medida se produjo tras la reunión del jueves del gabinete de seguridad, en el que Benjamin Netanyahu «ordenó a los militares que sigan actuando con fuerza» contra los grupos armados palestinos. El periódico Maariv aseguró que durante la reunión el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, fue el único que reclamó una operación importante en Gaza al estilo de la del 2014. En esa última gran ofensiva Israel mató a 2.500 palestinos, la mayoría civiles, según la ONU.

Alon Davidi, alcalde de Sderot, la ciudad hebrea más afectada por el lanzamiento de cohetes, criticó el alto el fuego porque «comprendo que las autoridades quieran negociar, pero ya es hora de que Israel acabe con el terror a través de la vía militar. Esta guerra que va y viene es insana», según recogieron los medios locales.