El líder norcoreano dialogará con EE.UU. si garantiza la seguridad de su régimen
07 mar 2018 . Actualizado a las 07:36 h.La calma olímpica va sumando pasos históricos en la relación entre las dos Coreas impensables hace solo tres meses en plena tensión. La última ronda de contactos, celebrada en Piongyang, selló el acuerdo para un encuentro trascendental entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, que se celebrará a finales de abril en la zona desmilitarizada que divide ambos territorios. Además, sirvió para arrancarle al joven dictador el compromiso de negociar su desnuclearización con Estados Unidos. Precisamente, poner sobre la mesa de negociaciones el programa armamentístico norcoreano era la condición que Washington había impuesto para sentarse a dialogar.
No obstante, Kim Jong-un continúa con la estrategia de deshielo con condiciones, pidiendo que se garantice la seguridad del régimen. Según el consejero de seguridad surcoreano e integrante de la delegación que viajó a Piongyang, Chung Eui-yong, el líder norcoreano considera que no tiene necesidad de desarrollar su programa nuclear siempre y cuando no exista una amenaza militar contra su territorio.
Corea del Norte también aseguró que suspenderá el lanzamiento de misiles y sus pruebas nucleares mientras sigan las negociaciones. «El Sur y el Norte acordaron establecer una línea directa de comunicación entre sus líderes para permitir consultas y una reducción de la tensión militar. También pactaron celebrar su primera conversación telefónica antes de la tercera cumbre Sur-Norte», explicó Chung.
Era la primera vez en diez años que una delegación surcoreana de alto nivel visitaba Piongyang y en esta ocasión era en respuesta al viaje oficial que realizó en febrero a Seúl la hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong, con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno. De celebrarse la cumbre de abril, será la tercera reunión entre los jefes de Estado de las dos Coreas, las anteriores fueron en el 2000 y en el 2007 durante períodos de deshielo que acabaron sin éxito.
Respaldo de Trump
Corea del Norte ya negoció su desnuclearización en otras ocasiones y acabó incumpliendo sus compromisos lo que genera desconfianza de sus intenciones. «Posible progreso de diálogo con Corea del Norte», escribió en Twitter Donald Trump. Pero también que puede ser «una falsa esperanza», por lo que EE.UU. está listo «para ir en cualquier dirección». Más duro, el vicepresidente Mike Pence se mostró decidido a no bajar la guardia ni la máxima presión: «Todas las opciones están sobre la mesa».
