Alegoría. Kim Jong-un regaló dos pungsan al entonces presidente surcoreano, como símbolo de amistad y cooperación, pero acaban de ser abandonados por su dueño
Las fotos muestran al líder norcoreano con la que se cree que es su hija mediana y junto a científicos y militares involucrados en el último lanzamiento de un misil intercontinental
La Casa Blanca advierte que «cualquier ataque nuclear de Pionyang contra Washington o sus aliados y socios sería inaceptable y resultaría en el final del régimen
El líder norcoreano ha celebrado un gran desfile militar y ha advertido que cualquier fuerza extranjera que busque una confrontación militar «dejará de existir»
Según los medios norcoreanos, la ojiva planeadora hipersónica del misil maniobró verticalmente tras recorrer 600 kilómetros «y ejecutó una maniobra de giro brusco» horizontal antes de «golpear el objetivo» en aguas del mar de Japón «situadas a 1.000 kilómetros» del punto de lanzamiento
Niega lo especulado por publicaciones en EE. UU. sobre la posibilidad de que sea un doble de Kim el que haya figurado en las últimas apariciones públicas del dictador tras un supuesto golpe de Estado