patricia baelo
Son jóvenes, atractivos y famosos. Pero si algo tienen en común las nuevas estrellas de la política mundial es su lenguaje innovador. Desde el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, hasta el presidente francés, Emmanuel Macron, pasando por el líder de los liberales alemanes, Christian Lindner. Todos ellos han aprovechado el descontento y la sed de cambio del electorado para erigirse con una forma distinta de hacer política. La cosecha se ha visto enriquecida por la incorporación a la lista del «niño prodigio» austríaco: Sebastian Kurz, el jefe de los conservadores, que ganó las elecciones el domingo y, a sus 31 años, aspira a convertirse en el mandatario europeo más joven.