El anillo de los 600.000 muertos

INTERNACIONAL

El día 11 se inaugurará el «Anillo de la Paz», con los nombres de los fallecidos en el norte francés durante la Primera Guerra Mundial

03 nov 2014 . Actualizado a las 12:08 h.

En Ablain-Saint Nazaire, entre Arras y Béthune, en plena región histórica de Artois (y administrativa de Nord-Pas de Calais) se yergue el cementerio nacional militar de Nuestra Señora de Loreto. Está sobre una colina de 165 metros desde la que se divisa medio Flandes de Francia y se imaginan centenares de batallas en los últimos siglos en enormes chairas alrededor. Una de ellas ocurrió en ese mismo punto entre octubre de 1914, poco después de comenzar la Gran Guerra, y el mismo mes del año siguiente. Hubo 100.000 muertos. Desde hace casi 90 años, es la mayor necrópolis militar francesa y el mayor cementerio de la época de la guerra, con 20.000 tumbas individuales y 22.970 soldados depositados en ocho osarios. Uno de ellos, en la iglesia bajo la Torre de la Linterna, un faro en tierra que por las noches ilumina las lápidas de los fallecidos.

Es, por tanto, un lugar que impresiona y sobrecoge, más aún si la visita coincide con uno de los habituales días de niebla, o en otoño, cuando los numerosos árboles que lo rodean empiezan cubrirse de tonos naranjas y ocres, y el viento remueve suavemente las hojas que caen cobre un césped finamente cuidado, decenas de ferrados de hierba fina que rodean los nombres de los caídos, algunos cubiertos por rosas.

Pues justo en ese lugar, a muy pocos metros de la iglesia y de una inscripción que recuerda que allí hubo una capilla anterior, destruida por las bombas (construida en el XVIII en honor de la Virgen de Loreto tras la visita al santuario italiano homónimo de un vecino de Ablain-Saint Nazaire, que instauró incluso las peregrinaciones), se inaugurará el próximo día 11 de este mes el Anillo de la Paz. Es una magna construcción, obra del arquitecto parisino Philippe Prost, de 345 metros de perímetro. En su interior se han inscrito los nombres de los 580.000 soldados muertos de todas las nacionalidades (unas 60; la mitad, ingleses, y 105.000 franceses) durante la Gran Guerra en territorio norteño, los Flandes franceses y Artois. Aparecen en orden alfabético, sin criterio de nacionalidad, grado o religión. Será una ceremonia presidida por el máximo mandatario francés, François Hollande, además de otros seis jefes de Estado y la reina de Inglaterra. De momento no han trascendido muchos detalles sobre los pormenores. Hace apenas una semana, los obreros trabajaban todavía en adecuar el recinto y el acceso estaba vedado.

Esta inauguración será uno de los actos centrales de un sinfín de actividades relacionadas con la guerra del 14, bajo el nombre de Caminos de la Memoria. Una denominación que se entiende recorriendo el territorio, plagado de exquisitos cementerios y memoriales, y que atrae a miles de visitantes de todo el mundo. La amapola es el símbolo, por aquellas que inmortalizó el médico y militar canadiense John McCrae en 1915, tres años antes de morir cerca de los acantilados de la Costa del Ópalo: «En los campos de Flandes, las amapolas se funden/ entre las cruces, hilera a hilera...».