Todo apunta a que fue un accidente

redacción / la voz

INTERNACIONAL

02 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) señalaron que en la investigación iniciada por el estallido en el edificio B de la Torre de Petróleos Mexicanos (Pemex) están abiertas todas las hipótesis, incluidos sabotaje y explosión de gas o de instalaciones eléctricas. En tanto, integrantes del gabinete de seguridad nacional no descartaron que haya sido un atentado, y explicaron que la magnitud de la explosión explicaría esa última posibilidad, según recoge el diario La Jornada de México.

Tanto el director general de Pemex, Emilio Lozoya, como el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, quienes visitaron ayer la sede de la empresa, llamaron a no especular sobre el origen de la explosión y a esperar a los peritajes. Lozoya remarcó que parece, en principio, accidental, aunque insistió en que el origen de la explosión es un misterio y que todas las líneas de investigación están abiertas.

«La prioridad es la recuperación de los cuerpos y la atención de las víctimas», dijo, e insistió sobre «la complejidad de estos peritajes en los que están involucrados especialistas» de México e internacionales.

La PGR envió a más de 15 peritos que trabajan con militares expertos en explosivos. La explosión en la torre B afectó también al edificio principal, un rascacielos de 54 pisos que en los años ochenta fue el mayor de América Latina, y destruyó un pasadizo que unía los dos.

Seis horas después de la explosión, hubo una alerta en el edificio que provocó la estampida de decenas de trabajadores, policías y rescatadores. Algunos que salieron aseguraron que «un piso colapsó y dicen que encontraron una bomba». El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, confirmó lo del piso, pero insistió en que no daría más datos mientras no se acabe la investigación.

Los medios locales de comunicación han informado que la explosión pudo deberse a un sobrecalentamiento del sistema eléctrico que alimenta el complejo de la petrolera. Fuentes de protección civil apuntaron a «una acumulación de gas».

En el edificio trabajan unas 1.700 personas, mientras que en todo el complejo la cifra del personal asciende a 10.000.

Ayer, alrededor de 350 personas, entre rescatadores, bomberos y militares trabajaban en busca de supervivientes, dijeron fuentes de la Cruz Roja mexicana. De momento, tres personas fueron sacadas con vida de entre los escombros.