La cifra de ejecuciones aumentó considerablemente durante el 2011 a 680 en todo el mundo, 153 más que el año anterior, según los datos contenidos en un documento que fue presentado ayer por Amnistía Internacional con motivo del día internacional contra la pena de muerte. A esa cifra hay que añadir miles de ejecuciones en China, país que mantiene sus estadísticas lejos del alcance público.
Con motivo de la celebración de la jornada, los ministros de Exteriores de Alemania, Francia, Italia, Austria, Liechtenstein y Suiza exigieron la abolición de la pena capital en todo el mundo.
Esta forma de castigo penal está en vigor en 58 países, entre los que destacan por el rigor con que la aplican, además de China, Irán, Irak, Estados Unidos, Arabia Saudí y Yemen. Sin embargo, en los últimos diez años 17 países abolieron la pena máxima. Cinco estados de EE.UU. no la aplican y el de California someterá el asunto a referendo en breve.