La Unión Europea pide a Teherán que conmute la pena impuesta a Sakineh Mohamadi
03 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Varias organizaciones de apoyo a Sakineh Mohamadi Ashtiani, la iraní condenada a muerte por lapidación en su país, manifestaron ayer en Francia que temen que sea ejecutada hoy.
«Sakineh Mohamadi Ashtiani aparentemente está amenazada de ser ejecutada mañana [por hoy] miércoles 3 de noviembre», señaló la revista francesa La règle du jeu , del filósofo Bernard-Henri Lévy.
«Una carta del Tribunal Supremo de Teherán fue enviada a la oficina de aplicación de las penas en la cárcel de Tabriz, autorizando la ejecución rápida de Sakineh. Las ejecuciones tienen lugar los miércoles, de modo que estamos terriblemente preocupados por Sakineh», agrega.
Sakineh Mohamadi, de 43 años, fue condenada en el 2006 a 10 años de prisión por complicidad en el asesinato de su marido y a muerte por lapidación por haber mantenido relaciones con dos hombres tras el fallecimiento de su esposo. Esta condena desencadenó una campaña internacional para evitar el castigo.
La preocupación de La Règle du jeu es compartida por la Liga del Derecho Internacional de las Mujeres, según informaciones transmitidas por fuentes iraníes al Comité Internacional contra la Lapidación y al Comité Internacional contra la Ejecución. Este comité había informado el 11 de octubre de que el hijo de Ashtiani había sido detenido junto al abogado de su madre y a dos periodistas alemanes que pretendían entrevistarlo.
Varias asociaciones participaron ayer en una manifestación ante la Embajada de Irán en París para exigir la liberación de Sakineh. También se celebró una marcha a la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas.
En julio, Irán anunció que la condena a muerte por lapidación, confirmada en el 2007 en apelación, había sido suspendida, y que el caso era examinado de nuevo. Ayer, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, instó a Teherán a detener la inminente ejecución y a transformar la sentencia. Ashton pide, pues, «a Irán detener esta ejecución y conmutar la condena». Una ejecución en la horca no es más aceptable que por lapidación, advirtió Ashton.