Francia justifica ante Bruselas su política de expulsión de gitanos

La Voz PARÍS/AFP.

INTERNACIONAL

Primer revés legal para Sarkozy al frenar un tribunal la deportación de seis romaníes

01 sep 2010 . Actualizado a las 02:47 h.

Francia justificó y reafirmó ayer su polémica política de expulsión de gitanos ante la Comisión Europea, garante de la libertad de movimiento y residencia en la UE, y afirmó que las recientes repatriaciones de extranjeros respetan «escrupulosamente» la ley europea.

«La acción llevada a cabo por el Gobierno francés ha dado lugar a numerosas caricaturas y amalgamas inaceptables», se indignó su ministro de Inmigración, Eric Besson, en alusión al aluvión de críticas que suscitó dentro y fuera de Francia la repatriación de casi un millar de miembros de la comunidad romaní en el último mes.

Besson se reunió ayer en Bruselas con las comisarias de Justicia, Viviane Reding, y de Asuntos Interiores, Cecilia Malmström, para asegurarles de que la nueva política de seguridad que atañe en especial a los gitanos respeta «escrupulosamente» el derecho europeo.

La comitiva gala viajó a Bruselas después de que la semana pasada Reding afirmara que la situación de los gitanos en Francia le causaba una «cierta inquietud» e insistiera en la necesidad de respetar el derecho de libre circulación y residencia del que gozan unos 500 millones de ciudadanos europeos.

Pero Besson subrayó que la libertad de movimiento y residencia «no es incondicional» y «no puede servir de pretexto para algunas actividades ilegales, en particular, el tráfico de seres humanos». Francia no «estigmatiza a nadie» y «ninguna expulsión colectiva ha sido aplicada», defendió por su parte el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche.

La Comisión Europea, adoptando una actitud prudente, se negó a hacer comentarios tras la cita, a la espera de entregar en los próximos días un informe sobre la legalidad de la política implantada por Francia.

Pese a los esfuerzos de Besson y Lellouche, ayer siguieron sonando voces críticas con las deportaciones, que en los últimos días habían generado ya el rechazo de la Iglesia católica y una agencia de la ONU.

Tercera disensión

La secretaria de Estado francesa a cargo de políticas de la juventud, Fadela Amara, mostró ayer su rechazo a las expulsiones y se mostró «convencida de que no hay un vínculo entre crimen e inmigración». Amara se convirtió así en el tercer miembro del Gabinete de Sarkozy en mostrar sus dudas sobre el plan del presidente, después de que lo hicieran ya los titulares de Exteriores, Bernard Kouchner, y de Defensa, Hervé Morin.

No fue la única mala noticia para el presidente Sarkozy. Un tribunal de Lille anuló la orden de expulsión de siete gitanos desalojados la semana pasada de un terreno que habían ocupado de forma ilegal. Se trata del primer revés legal para el plan de repatriaciones. No está claro si la decisión judicial tendrá consecuencias para otros gitanos en riesgo de expulsión o para la política del Gobierno en general.

Pese a todo, Besson dijo que el Ejecutivo no dará marcha atrás y que planea cambiar la ley para facilitar las expulsiones de extranjeros, en particular de gitanos, que «amenacen el orden público con repetidos robos o mendicidad agresiva».