Thiago Galhardo, un tanque para la recámara

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El Celta ultima la cesión del delantero brasileño, un futbolista de 183 centímetros que firmó sus mejores números con Coudet en el Internacional

22 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Coudet está cerca de cerrar el círculo ofensivo del Celta. Quería un delantero boya conocido y tiró de agenda para hacerse con los servicios de Thiago Galhardo, ahora suplente del Internacional de Porto Alegre y que firmó sus mejores números con el Chacho en el banquillo. El conjunto vigués y el brasileño tienen avanzada una negociación que debe desembocar en una cesión con opción de compra que le puede costar a las arcas celestes medio millón de euros. Thiago ocupa plaza de extracomunitario, pero la nacionalidad de Néstor Araujo parece cerrada y por lo tanto queda una de las tres plazas libres.

«Buscamos más un Santi Mina que un Iago Aspas», resumió Coudet en su última comparecencia. Básicamente, el Chacho buscaba una versión mejorada de Facundo Ferreyra. Un delantero alto (mide 1,83), que pueda fijar a los centrales y que sea un recambio de garantías para Iago Aspas y Santi Mina, tanto para agitar los partidos en caso de necesidad como para suplir la ausencia de alguno de ellos, especialmente del vigués, cuyo perfil se ajusta más.

Una vez más en este mercado estival, el Chacho está a punto de imponer su criterio. Probó con la opción de Ezequiel Ponce en Rusia, en donde también contactó con otro viejo conocido como Bruno Fuchs, un central que tuvo en su época en Brasil, pero de un modo paralelo revisó su agenda para contactar también con Galhardo, que finalmente parece el elegido y que si todo sigue su curso, se convertirá en el cuarto fichaje del Celta. En este caso, la barrera del idioma no será un obstáculo para su contratación.

Con Galhardo se mantendría la tendencia de aumentar la media de edad de la plantilla céltica, que con las nuevas adquisiciones sube el promedio. Matías Dituro y Thiago superan la treintena. El acuerdo, además del aspecto económico, también está supeditado a que supere el reconocimiento médico.

En la actualidad, Thiago Galhardo perdió la titularidad en el equipo de Porto Alegre y solo marcó un gol en los últimos meses, pero con Coudet alcanzó su mejor rendimiento: en 27 partidos con el argentino de entrenador marcó 16 goles y repartió, además, siete asistencias. La mayoría de su trayectoria deportiva se ha desarrollado en Brasil, entre Primera y Segunda División, y con un efímero paso también por la segunda categoría del fútbol nipón.

 

 

Los términos de la negociación

En Brasil apuntan que la negociación está avanzada, un aspecto al que hizo referencia incluso su agente. El futbolista llegaría a Vigo en calidad de cedido hasta final de temporada con una opción de compra por parte del Celta. La operación podría cerrarse por medio millón de euros, una cifra que el Celta puede asumir. En este sentido, los vigueses ya dejaron claro después de las contrataciones de Franco Cervi y Javi Galán, que las operaciones pendientes serían cesiones con opción de compra para poder ajustar al límite salarial de la liga.

El jugador, que no vive sus mejores días en el club de Porto Alegre y que ya pidió no jugar el último partido (en donde fue descartado), también hizo un guiño a la operación colgando en sus historias de Instagram una foto con el Chacho en la época en la que era entrenador del Internacional.

El ariete que casi se le desmaya al Chacho

Thiago Galhardo do Nascimento Rocha (São João do Rei, Brasil, 1989) tocará por primera vez suelo europeo como futbolista si finalmente se concreta su cesión al Celta. El delantero, de 183 centímetros, se ha pasado toda su vida deportiva en Brasil, a caballo entre la primera y la segunda categoría, y su única salida del fútbol local fue para una aventura en la Segunda División de Japón, en el Albirex Niigata, en el que permaneció todo el año 2017.

El Bangu es su primera referencia, en el año 2011. A partir de ahí, fue escalando hasta llegar a equipos de primera línea del fútbol brasileño como el Botafogo, Coritiba o Vasco da Gama. Sus últimas experiencias fueron el Ceará en la Primera División, que le sirvió de trampolín para alcanzar el Internacional de Porto Alegre, en donde coincidió con Coudet, con el que vivió su mejor época como futbolista.

En el ejercicio 2020 consiguió 17 goles en los 29 partidos que disputó, con una media de un gol cada 109,5 minutos, un ratio excelente. Un año antes, había anotado 12 goles después de jugar 34 partidos, fue en su último curso en el Ceará.

En el histórico equipo de Porto Alegre se encontró con Eduardo Coudet y sus métodos, y el Chacho lo puso como ejemplo de la exigencia del trabajo diario. Para recordar que casi se le desmaya en los primeros tiempos. «Cuando comenzamos a entrenar, casi se me desmaya Thiago Galhardo, pero hoy se siente bien. Tienes que convencer al jugador y a partir de ahí comienza a sentirse bien y la cosas dan resultado», comentó el entrenador del Celta en sus tiempos de máximo responsable técnico del Internacional. Ahora debe convencerlo de nuevo, esta vez para que pueda triunfar en Europa.