Castigados sin jugar

Antonio Estévez VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

16 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ahora que todo es alegría y felicidad en el Celta con la llegada de esas victorias que tanto se necesitaban, uno se acuerda de esos canteranos que han perdido protagonismo en el primer equipo desde la llegada de Eduardo Coudet a Vigo para relevar del cargo a un Óscar García que se la había jugado con un puñado de jóvenes.

La realidad es que durante el último mes los José Fontán, Sergio Carreira, Gabri Veiga, Miguel Rodríguez o Lautaro ni siquiera han sido actores secundarios tanto en el primer equipo como en el Celta B, donde Onésimo prefiere jugársela con los que a diario entrenan a sus órdenes y mandar al banquillo a quiénes ya han debutado en Primera División.

Estamos ante una situación tan difícil como compleja. Este grupo de jóvenes futbolistas son los de mayor proyección y por eso trabajan en la dinámica de un equipo que milita en la máxima categoría. ¿Pero eso es suficiente para estos canteranos o en este período de formación tendrían que disponer de más minutos de competición?

A nivel de club, el Celta, a través de su dirección deportiva, tendría que buscar la mejor solución sin interferir directamente en el trabajo de Coudet y Onésimo para dictar las líneas a seguir en el futuro. Aunque algunos de ellos puedan tener minutos mañana en la cita copera contra el Llanera, esto no deja de ser más que un parche y nunca una solución.

Que por falta de diálogo no vayamos a perder a unos jugadores que tienen buena pinta a corto plazo. No son los únicos que están castigados sin jugar en una plantilla dónde la ley Radoja se ha cebado este año con David Costas y Jorge Saénz. Y es que cuando en el Celta te abren la puerta de salida y decides quedarte, ya sabes a lo que te arriesgas.