Balaídos no dispondrá de la grada de Marcador dos temporadas

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

La obra comenzará en septiembre, según el Concello, y se prolongará durante 18 meses, lo que obligará a cambiar de ubicación a los abonados de esa zona

11 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El estadio de Balaídos se quedará sin grada de Marcador durante 18 meses, o lo que es lo mismo, dos temporadas. Porque la previsión del Concello de Vigo, según desveló ayer Javier Pardo, el concejal de Fomento, es que la obra de la reforma se inicie en el mes de septiembre y finalice año y medio después. Sería el mes de febrero del año 2022, en la recta final de la campaña 21/22. El anuncio, realizado en presencia de los técnicos y del arquitecto redactor del proyecto, ya había sido adelantado en la víspera a una representación de las peñas del Celta. Pardo apuntó que una vez que la obra esté licitada se le comunicará al club para que reubique a los abonados afectados.

Se descarta así la opción de que las obras pudieran comenzarán el día después de finalizar la presente liga (25 de mayo) para ganar todo el verano. El club, durante este tiempo no podrá sacar a la venta los abonos de la grada de Marcador y tendrá que buscar acomodo en el resto del estadio, que verá mermado su aforo en más de cinco mil asientos.

Pedro de la Puente, el arquitecto redactor del proyecto, y Jerónimo Centrón, el ingeniero jefe, confirmaron que el presupuesto de la obra es de 16,5 millones de euros, con 20.000 metros edificables y que el aforo previsto alcanza las 6.400 butacas, con un coste por asiente do 2.800 euros y que se acercará a ocho metros del terreno de juego (en la actualidad está a 38).

Pero números al margen, el Concello de Vigo quería situar el foco en asuntos técnicos como la conexión entre gradas o la visibilidad. La conexión entre los diferentes espacios está garantiza, pero no se utilizará salvo en caso de necesidad. Tribuna Baja tendrá un paso a nivel del terreno de juego que puede ser utilizado para evacuar a los aficionados del estadio y también introducir la maquinaria necesaria para cuidar el campo. Esta misma grada tiene otro con marcador bajo a través de un pasillo central, algo que se repite en el anillo superior. Lo mismo se repetirá entre Río y una grada de Marcador que seguirá su misma estética. La única diferencia es que no habrá comunicación a ras de campo.

En las esquinas, además, quedan espacios para usos múltiples que según los técnicos podrían ser destinados a la sala del operativo de seguridad y a otros aspectos como exposiciones, guardería... Todo con excelente visibilidad, según sus análisis.

En cuanto a la visibilidad, los técnicos confirman que en estos momentos la visibilidad es total en todas las butacas del estadio. «El peor asiento de Río Alto y Río Bajo tiene una visión completa del campo y no se ve afectada», indicó el arquitecto Jerónimo Centrón, que también indicó que cuando se realicen las conexiones entre gradas se eliminará alguna plaza. «Se eliminarán butacas de Río Alto y Bajo par hacer la transición. El peor asiento no va a existir». También se cumplirá el coeficiente de calidad en la distancia vertical necesaria (en las alturas de las diferentes butacas).

Con respecto a los asientos, tendrán una separación entre filas de 85 centímetros, cinco más de los estándares que solicita la UEFA y la norma NIDE por la que se rige el fútbol español. La cubierta es otro de los focos de batalla. «Será considerablemente amplia y evitará la lluvia y el sol. La cubierta llegará hasta la portería», comentó el arquitecto.

Por otra parte, se prevén cinco puertas de acceso a la grada de Marcador que a su vez desembocarán en ocho ascensores panorámicos con capacidad para 21 espectadores cada uno. Dos de las bocas de estos ascensores estarán muy cerca de las gradas de Tribuna y Río para que puedan prestar un doble servicio. En total, una vez finalizada la obra habrá 19 ascensores repartidos por todo el campo. También están previstas seis nuevas escaleras «cómodas y anchas», garantizando la movilidad de las personas que tengan que acudir al partido en silla de ruedas a través de una división intermedia entre la parte superior e inferior.

Pardo tilda de «falacias» las acusaciones del Celta

El Concello de Vigo puso un acento especial en la visibilidad de todo el estadio y en la comunicación entre gradas, dos de los aspectos que el Celta criticó en su comunicado de la semana pasada. Javier Pardo, el edil de Fomento, calificó de «falacia» el comunicado del conjunto vigués.

También se detuvo en la acusación de que seguirá lloviendo en las gradas de Balaídos, algo que negó recordando que el alcalde Abel Caballero comentó en su día que una vez que el campo esté completamente cerrado, tras el final de la obra, no se mojará ningún espectador. «Dende o primeiro día o alcalde manifestou que non habería chuvia cando estea acabado o estadio», indicó el concejal del grupo de gobierno socialista, que sostiene que la nueva grada «non ten nada que envidiar a ningún estadio de España ou de Europa».

Desde el Concello, el ingeniero técnico quiso destacar por encima de todo que el proyecto tenía en la seguridad «la primera premisa».

Pedro de la Puente, el arquitecto redactor del proyecto, se mostró «dolido» por encontrarse en el medio del enfrentamiento entre el Celta y el Concello, indicando que hace «oídos sordos a ese tipo de comentarios que no dejan de ser cosas ajenas a la realidad».

De la Puente también destacó que el estadio quiere integrarse en el entorno y que contará con una superficie porticada exterior y por otra parte Centrón destacó que la sostenibilidad y el ahorro de agua con la reutilización fueron aspectos muy presentes.