Colgar los guantes no es una opción

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Para Sergio Álvarez la continuidad en el Celta siempre será una prioridad, pero si no renueva, a sus 33 años, cambiará de aires para prolongar su carrera

11 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sergio Álvarez continuará jugando la próxima temporada. A sus 33 años el guardameta todavía se ve con recorrido en el mundo del fútbol y su deseo es continuar en activo. Como siempre, su prioridad es seguir en el Celta, club al que lleva ligado desde juveniles y en cuyo primer equipo habita desde hace una década de un modo continuado, pero si al final no llega a un acuerdo de renovación con la entidad cambiará de aires para seguir jugando. Esta temporada ha demostrado estar a buen nivel y su dedicación y sus cuidados hacen que todavía tenga recorrido por delante antes de cambiar de rol en el mundo del fútbol. Desde hace tiempo estudia para ser entrenador y en más de una ocasión ha confesado que le gustaría ejercer en un futuro.

Sergio Álvarez Conde (Catoira, 1986) es el único jugador de la primera plantilla (cedidos al margen) que acaba contrato el próximo 30 de junio. En la actualidad O Gato afronta la segunda y última campaña de su última renovación, que data de enero del 2018. Entonces se comprometió por una temporada (18/19) y una más opcional, la actual. Y a cuatro meses vista de que concluya su contrato el portero tiene claro que continuará en activo con el Celta como primera opción, pero si no puede ser en Vigo, estaría dispuesto a cambiar de aires.

A día de hoy no hay constancia de oferta por parte de la cúpula céltica -que no se ha dirigido a nadie a la espera de certificar la salvación-, algo entendible teniendo en cuenta que la única premisa en estos momentos es dejar al equipo en Primera y que el futuro puede esperar hasta entonces. Para Sergio Álvarez lo prioritario también es la permanencia más allá de su futuro individual.

Pero al margen de la situación colectiva, la temporada ha confirmado que el de Catoira todavía no ha escrito su última página como portero en activo pese a tener que pasar por el quirófano para someterse a una artroscopia por una rotura en el menisco de su rodilla izquierda.

Sergio jugó dos partidos de Liga esta campaña, ante el Villarreal y el Valladolid (por la lesión de Rubén) y el equipo sumó cuatro de los seis puntos en disputa y solo encajó un gol. También fue titular en los partidos de Copa del Rey ante el Mérida y el Mirandés (el de Anduva fue su última participación el 23 de enero). Y en todos ellos demostró estar a un buen nivel, algo que tiene extensión en el trabajo diario.

Porque una década después de llegar al primer equipo, el principal tesoro del portero es su compromiso y su trabajo. Sergio siempre es el primero en llegar y el último en marcharse del entrenamiento y un ejemplo también de profesionalidad en cuanto a cuidados. Por eso a sus 33 años, y teniendo en cuenta que la longevidad de los porteros suele ser mayor, considera que todavía tiene recorrido por delante.

Ahora toca esperar por el movimiento del Celta o en caso contrario comenzar a sondear las opciones que le puedan dar el mercado. Sus ocho temporadas en Primera son toda una tarjeta de presentación en caso de cambiar de aires, lo que no debería cerrar la puerta a su regreso al Celta ya fuera como preparador de porteros o entrenador. «En principio gustaríame ser adestrador de porteiros pero tamén me gusta ver os partidos e analizalos e non descarto nun futuro ser adestrador», comentó a La Voz en una entrevista tras su última renovación dejando claro que desea comenzar -cuando llegue el momento- por el fútbol base hasta ir quemando etapas.