El Ramadán afecta a las bandas

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El ayuno voluntario de Boufal y Boudebouz, titulares en la pasada jornada, coincide con las dos últimas semanas de liga con citas ante el Athletic y Rayo

09 may 2019 . Actualizado a las 21:36 h.

El Ramadán, la celebración en la que los musulmanes se deben abstener de comer y beber durante las horas de luz: del alba hasta la puesta de sol, afectará a las dos bandas del Celta para los dos últimos partidos de Liga ante el Athletic y el Rayo Vallecano, ya que Sofiane Boufal y Ryad Boudebouz cumplirán el ayuno lo que podría afectar a su rendimiento, tanto en los partidos como para el trabajo diario, algo que debe tratar de evitar el club con el seguimiento de los servicios médicos y el nutricionista.

En este 2019 el Ramadán arrancó el 5 de mayo, el día después de la victoria ante el Barcelona. Desde entonces los futbolistas musulmanes que lo cumplan ahora (existe la opción de poder hacerlo después de las fechas establecidas según aprobó un consejo musulmán en Europa) no pueden comer ni beber de sol a sol. Boufal y Boudebouz, los dos nacidos en Francia, pero internacionales con Marruecos y Argelia y musulmanes de religión, han elegido este ayuno voluntario y por lo tanto no tomarán alimento ni bebida alguna desde el alba hasta el amanecer. Esto significa que tampoco podrán beber durante el partido de San Mamés, que comienza a las seis y media de la tarde y finalizará de día.

Algunas teorías apuntan a que es idóneo para los deportistas aumentar las horas de sueño para perder menos fuerzas y otras, de corte más religioso, hablan de la gran fuerza interior que produce para los musulmanes el ayuno durante el Ramadán, que este año finalizará el 4 de junio (según el calendario lunar islámico), dos semanas después del cierre de la liga.

Con esta situación, si los dos jugadores mantienen el ayuno de un modo continuado (hay ejemplos de futbolistas que lo levantan en el día de partido o en la víspera) la última vez que podrán comer y beber el domingo sería entorno a las ocho de la mañana, casi diez horas antes del partido, y no podrían volver a alimentarse hasta las nueve de la noche, más de media hora después de acabar el partido de San Mamés.

La recomendación de los nutricionistas en estos casos no es hacer comidas copiosas durante la noche, sino realizar las ingestas habituales, ricas en proteínas, aunque cambiadas de hora. Otra aspecto fundamental es la hidratación.

En este caso, a favor de los futbolistas juega la experiencia, ya que no es la primera vez en su etapa profesional que coincide el Ramadán con la liga en Europa, porque en los países islámicos se suspende el torneo y solo se mantienen los entrenamientos pero en horario nocturno para que no afecta a la hidratación de los jugadores mientras están trabajando.

No es la primera vez que el Celta se ve afectado por el ayuno de carácter religioso de sus futbolistas. Sucedió en su día con Mido, con el Yom Kipur de Revivo y en la época de Segunda División con Yannis Okkas que tuvo que abandonar un entrenamientos por vómitos por el ayuno en la Semana Santa ortodoxa.