Enrique Iglesias cumple 50 años: una extraña anomalía de nacimiento, una identidad falsa, un lunar desaparecido y la fama mundial
GENTE

El cantante español logró, a pesar de la oposición de sus padres, seguir el camino al estrellato de su progenitor. Empezó en secreto, y gracias a la ayuda económica de su niñera
08 may 2025 . Actualizado a las 19:35 h.Enrique Iglesias ha cumplido 50 años este jueves, 8 de mayo. El cantante español consiguió en su medio siglo de vida seguir el camino de su padre hacia la fama mundial que lo convirtió en uno de los artistas más internacionales de nuestro país. Ha tenido colaboraciones con cantantes tan dispares y contundentes como Whitney Houston, Juan Luis Guerra o Bad Bunny. Forma parte del selecto grupo de personalidades que se agrupan hoy en día bajo la etiqueta de nepo baby, es decir, los vástagos de celebridades que consiguen triunfar, en parte, por su condición de «hijos de». Y no fue porque Enrique no intentase desprenderse de cualquier atisbo de sospecha al respecto. Fue tal su empeño por demostrar su valía propia que el cantante de Experiencia religiosa llegó a inventarse una falsa identidad, usando el apellido Martínez y cambiando su lugar de nacimiento a Guatemala para intentar enmascarar el peso de la irrebatible figura de su padre Julio.
Poco le duró su estrategia. Apenas un año después de dejarse ver por las discográficas de Latinoamérica como artista desconocido, firmó con el sello Fonovisa y lanzó su primer trabajo completo, en el que ya no se escondía. Enrique Iglesias se llamó su primer álbum de estudio, en 1995, con baladas de rock ligero como Si tú te vas o Experiencia religiosa, dos de los cinco sencillos de ese disco que llegaron a situarse como números uno en las listas de éxitos latinos en Estados Unidos.
Tenía ahí apenas 20 años y ya llegaba a la cima. Pero no todo había sido un camino de rosas para el hijo de Julio Iglesias e Isabel Preysler. Enrique Miguel Iglesias Preysler había nacido en Madrid el 8 de mayo de 1975 con una rara anomalía congénita llamada situs inversus, por la que los órganos internos del cuerpo están invertidos. Es decir, el corazón estaba en su lado derecho.
Era el tercero de los vástagos del matrimonio, después de Julio y Chabeli. Apenas vivió la unión de sus padres, ya que cuando tenía solo tres años de edad, sus progenitores se separaron. Fue en ese momento cuando su padre, cada vez más famoso, instaló su residencia oficial en Miami. Los tres niños no tardaron en seguirlo, pero más que nada por necesidad. En 1981, ETA secuestró a su abuelo paterno, el ourensano Julio Iglesias Puga. Fue liberado apenas unas semanas después, pero el miedo quedó instalado en su familia.
Por eso, con solo siete años, él y sus hermanos se mudaron a la residencia de su padre en Miami. Allí, y ante la ausencia de su padre por sus constantes giras, los tres niños fueron criados sobre todo por sus abuelos paternos y por su niñera, Elvira Olivares.
Fue en gran medida ella la que Enrique consiguió tener una carrera artística. No era ni mucho menos el camino que ninguno de sus dos padres deseaban. Querían que se centrara en sus estudios de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Miami y no que siguiera los pasos de Julio, que ya era toda una leyenda internacional. Su cuidadora, Elvira Oliva, le dejó en una ocasión 500 dólares, a espaldas de sus dos progenitores, para que grabara una demo para poder presentar a las discográficas.
Fue entonces cuando se inventó su segunda identidad como el guatemalteco Enrique Martínez. Consiguió un contrato de tres años con el sello discográfico Fonovisa, y reveló su verdadera identidad. Sus estudios universitarios quedaron aparcados, y su carrera musical subió como la espuma.
Su estilo era muy diferente al de su padre. Con sus baladas de pop latino, su imagen de joven apuesto y sensible, de aspecto reservado sobre el escenario, su distintivo timbre suave y nasal con uso del falsete y su característica pronunciación, Enrique Iglesias se convirtió en un artista de marcada personalidad propia que conectó enseguida con las nuevas generaciones. Fue, con su estilo melancólico y su intensa mirada, uno de los grandes rompecorazones de los años 2000. Su característico lunar en la mejilla también tenía su público y conformaba uno de sus sellos de identidad, aunque finalmente se lo quitó por recomendaciones de los médicos ante el peligro de cáncer de piel.
Con todo el éxito que tenía como ídolo romántico de masas, no tuvo la tan cacareada promiscuidad de su padre. Ni mucho menos. En el año 2001, comenzó a salir con la extenista rusa Anna Kournikova. Es la única relación que se ha hecho pública. La conoció durante la grabación del videoclip Escape, y desde entonces han tenido tres hijos —los mellizos Lucy y Nicholas y Mary, la más pequeña—, llevando en todo momento una muy discreta vida de pareja. Hubo, eso sí, algunas rumores de vinculaciones con mujeres del mundillo artístico, pero nunca han sido confirmadas y lleva con su única pareja estable conocida más de dos décadas.
Más nutrido es su balance de colaboraciones artísticas. Entre ellas, cantantes como Whitney Houston, Kylie Minogue o Usher; y también otros artistas latinos como Pitbull, Bad Bunny, Juan Luis Guerra, Myke Towers o Gente de Zona. Con estos últimos tuvo su canción más exitosa, Bailando, lanzada en el 2014. Hace solo un par de años, hizo una histórica gira de conciertos junto a dos grandes de la música latina, Ricky Martin y Marc Anthony.
También ha hecho sus pinitos en el cine, en películas junto a Antonio Banderas, Salma Hayek o Johnny Deep (con quienes participó en su debut en Hollywood en Once Upon a Time in Mexico, de Robert Rodríguez), y en televisión, en dos capítulos de Cómo conocí a vuestra madre, donde interpretó a Gael, un surfista argentino.
Y sus canciones se hicieron, asimismo, un hueco en el séptimo arte. Su single Hero, el segundo sencillo en inglés de su carrera, apareció dentro de la banda sonora de películas y series estadounidenses como Smallville, Scrubs, Un chihuahua en Beverly Hills o Jacuzzi al pasado, entre otras.
Ahora, cuando celebra su 50.º cumpleaños, el artista español vive alejado de los focos. Su último disco fue un recopilatorio, Enrique Iglesias Final Vol. 2, lanzado en el 2024 y en el que anunciaba su punto y final a a su carrera discográfica tras más de 180 millones de discos vendidos y un total de 154 sencillos en las listas de éxitos.
Pero eso no significa el final de todo. Sigue sacando colaboraciones —la última, con Pitbull y IAmChino— y asegura que nunca dirá adiós a los escenarios. «Poder compartir un rato con mis fans y verlos cantar junto a mí es muy especial», afirmó el cantante en una entrevista a EFE. El próximo 5 de julio recalará en Gran Canaria, en el marco del Granca Live Fest, en el que será su único concierto en España tras seis años de ausencia.