Los bolsos capean la crisis

Patricia Iglesias

GENTE

La marca inglesa Mulberry por haber cuadriplicado sus beneficios. El «lujo asequible» está de moda.

21 jul 2011 . Actualizado a las 11:48 h.

El secreto para el éxito económico está en el bolso. Al menos para la marca inglesa Mulberry por haber cuadriplicado sus beneficios. En una crisis económica como la actual, que parece tener el don de la ubicuidad, la compañía inglesa ha conseguido 28 millones de euros en beneficios para este ejercicio.

El año pasado obtuvo 6 millones de euros. Y gracias a algunos de sus modelos, convertidos en clásicos y colgados en el hombro o el brazo de mujeres conocidas como las actrices Sienna Miller, Keira Knightley o Kate Winslet que, con premeditada intención o por puro azar, promocionan productos típicos de la tierra.

«Lujo asequible» (si por asequible se habla de una media de 400 euros) es el epíteto que acompaña a Mulberry, firma creada en 1971 -este año celebra el 40 aniversario- por Roger Saul, entonces de 21 primaveras, y su madre, Joan, en el condado de Somerset, sur de Inglaterra. En la mesa del comedor tenían la oficina y en el garaje fabricaron los primeros bolsos con un toque de estética campestre y de tumulto urbano. La marca creció y en el 2002 el fundador fue destituido.

De los bolsos han pasado a los accesorios y a la ropa. Continúan en Somerset fabricando el modelo Roxanne, que desde 2003 se mantiene en boga, el Alexa, producido con fuerza en 2010 o el tipo Bayswater, de 2000, con el que Mulberry quiso hacer un homenaje a otro bolso icónico: el Hermes Kelly, de Grace Kelly, recreando la solapa baja y el cierre de cartera de correos. Otro de los modelos de éxito es el Daria. ¿Y el precio de este lujo asequible? De 500 a 900 euros por bolso que cuelga. El término asequible queda a discreción del lector.

Mulberry no es la única marca británica que capea la crisis con alegría, otra «berry», todavía más tradicional, Burberry, ha aumentado sus beneficios de 255 millones a 350 millones de euros bajo la batuta de la americana Angela Ahrendts, que desde 2006 quiere «vender la actitud británica al resto del mundo». De momento ha abierto tiendas en México, China e India. Van bien, las «berrys».