Rueda insistió en sus conclusiones en que seguirá intentando convencer a la oposición de sus argumentos, pero subrayó que, para que le digan que sí, «non vou entregar os intereses de Galicia», «nin deixar que me impoñan ideas nacionalistas», «nin a entregar as instituciones dos galegos», «non vou facer nada parecido ao que está facendo o presidente da nación co CNI», «non vou ser refén de parte do meu propio goberno». Y subrayó, «non vou renunciar a sentirme galego, español e europeo».
Calificó a la oposición de «continuistas» en sus errores, pero él subrayó que será un «continuador» de los éxitos de su partido. «Non hai razón para bruscas sacudidas», subrayó, y puso como objetivos «non alimentar tendencias centrífugas (…) tamén somos España», el respeto a las instituciones, entras las que destacó al Rey, y que los gallegos «sigan avanzando xuntos (...) Gobernarei para toda Galicia», proclamó para terminar.