Alfonso Rueda, nuevo presidente de la Xunta de Galicia

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Alfonso Rueda se abraza con Francisco Conde tras ser elegido presidente de la Xunta
Alfonso Rueda se abraza con Francisco Conde tras ser elegido presidente de la Xunta PACO RODRÍGUEZ

El ya elegido nuevo jefe del Gobierno gallego se define como un «continuador» de los éxitos de Feijoo frente a una oposición «continuista» en sus fracasos: «O meu obxectivo é que os galegos sigan avanzando xuntos». Ha sido elegido con el sí de 41 diputados del PP y 33 en contra, del BNG y el PSdeG

12 may 2022 . Actualizado a las 18:51 h.

Alfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 1968) ha sido elegido nuevo presidente de la Xunta. El sexto desde que se recuperó la autonomía hace 41 años. Así lo ha decidido el Parlamento de Galicia este jueves en la votación posterior al debate de investidura que como era previsible ganó con el respaldo de los 41 diputados del grupo del PPdeG -Pedro Puy no pudo votar al ausentarse por una indisposición-. También como estaba previsto, los 33 diputados de la oposición del BNG y el PSOE votaron en contra. 

Sucede así a Alberto Núñez Feijoo, que con esta votación se despide del Parlamento de Galicia y de la vida política en la comunidad. 

Rueda, tras escuchar a sus rivales en el debate de investidura, los situó fuera de la realidad. A Ana Pontón (BNG), que en su intervención adelantó su proyecto presidencial, le dio «a benvida á sua investidura virtual dos mundos de Yupi que se acaba de inventar». Tras recordarle que el candidato era él, le espetó que, cuando Messi empezaba en el fútbol profesional, ella ya estaba en el Parlamento. El sábado, dijo, habrá estado «6.144 días de deputada». A Luis Álvarez (PSOE), le reprochó poco rigor con las cifras. Le agradeció su mano tendida, y añadió que «a collería se soubera que me está ofrecendo» porque, para saber como es el PSOE, con sus «líos internos», hace falta «mapa e cantimplora».

«Non entenden absolutamente nada», les reprochó Rueda por haber criticado los tres ejes en los que centró su proyecto «traballo, familia e futuro». «Cales pensan que son as prioridades da xente?», se preguntó. Su objetivo, señaló, es que no se reproduzcan en Galicia las «liortas» de ambos partidos en Madrid y que Galicia mantenga así esa «excepcional normalidade» que ha convertido en un eje de su campaña interna.

Al PSOE le exigió apoyo para los proyectos industrales de Stellantis y Altri, y preguntó a Pontón cómo es esa «tarifa eléctrica galega» que propone. Aseguró que ahí está la clave de que el PP lleve cuatro mayorías absolutas en Galicia: «Intentamos non mentirlle á xente. As nosas propostas non son irrealizables e por iso nós levamos 13 anos aquí e vostedes alí», en la oposición.

Rueda les reprochó también que no exijan en Madrid mejoras para Galicia. Culpó a ambos grupos de haber aplicado «como elefante en cacharrería» el cambio del modelo energético, provocando el cierre de empresas en la comunidad sin que fueran capaces de decir al Gobierno central que se equivocaba. Esa «política enerxética errática», subrayó, «non se pode cobrar máis víctimas» y se comprometió a facilitar la creación de empresas pese a las «trabas estructurais» que ha impuesto el Ejecutivo central.

Rueda retó a los socialistas y a su secretario general, Valentín González Formoso, a que logren que Pedro Sánchez venga a Galicia a «facer o mesmo que está facendo en outros sitios», como Cataluña, y se comprometa con los proyectos industriales de Galicia.

Rueda insistió en sus conclusiones en que seguirá intentando convencer a la oposición de sus argumentos, pero subrayó que, para que le digan que sí, «non vou entregar os intereses de Galicia», «nin deixar que me impoñan ideas nacionalistas», «nin a entregar as instituciones dos galegos», «non vou facer nada parecido ao que está facendo o presidente da nación co CNI», «non vou ser refén de parte do meu propio goberno». Y subrayó, «non vou renunciar a sentirme galego, español e europeo».

Calificó a la oposición de «continuistas» en sus errores, pero él subrayó que será un «continuador» de los éxitos de su partido. «Non hai razón para bruscas sacudidas», subrayó, y puso como objetivos «non alimentar tendencias centrífugas (…) tamén somos España», el respeto a las instituciones, entras las que destacó al Rey, y que los gallegos «sigan avanzando xuntos (...) Gobernarei para toda Galicia», proclamó para terminar.

En el debate en O Hórreo, BNG y PSOE quisieron elevarse como alternativas al PP, que defendió su legado y la vigencia de su proyecto, aún con otro timonel al frente. Los nacionalistas esgrimieron que son la segunda fuerza parlamentaria. Los socialistas argumentaron que el 62 % de los gallegos viven en concellos que gobiernan ellos. Pero al menos hasta las próximas elecciones autonómicas, encaramado sobre los hombros de la mayoría absoluta del PP de Galicia, Alfonso Rueda será presidente de la Xunta.