La ferroviaria privada Iryo planea operar en Galicia a partir del 2026 con una inversión de 250 millones en trenes

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El tren Avril de Renfe y el material rodante que utilizan las operadoras privadas Ouigo e Iryo
El tren Avril de Renfe y el material rodante que utilizan las operadoras privadas Ouigo e Iryo

Ouigo, la operadora de bajo coste de capital francés, se muestra más prudente. «Nos encantaría ir a Galicia, pero se requiere material ferroviario de ancho variable», aseguraron en el Congreso de los Diputados

15 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Representantes de las empresas que compiten con Renfe en el mercado liberalizado de alta velocidad acudieron ayer a la Comisión de Transportes del Congreso para exponer sus puntos de vista respecto a la inminente reforma de la Ley del Sector Ferroviario. Víctor Bañares Yébenes, director general de Ilsa —la empresa hispano-italiana que es matriz de la operadora Iryo— confirmó que está en sus planes operar en la línea de alta velocidad a Galicia «a partir del 2026», para lo que asumió que la empresa tendrá que adquirir trenes de ancho variable similares a los Avril que ha adquirido Renfe a Talgo y que ahora están en pleno proceso de homologación. Es decir, la liberalización ferroviaria llegaría entre cuatro y cinco años más tarde a Galicia en comparación con rutas como la que une Madrid con Barcelona.

Víctor Bañares calculó que su empresa necesitará cerca de 250 millones de euros para adquirir al menos 10 unidades de estos trenes que solo fabrican en la actualidad Talgo y CAF. Eso sí, serían más baratos que los que adquirieron a Hitachi-Bombardier (22 millones por unidad frente a los 35 que cuestan los Frecciarossa que empezarán a circular en España en noviembre de este año). «Tenemos que prever esas compras. Necesitamos esa nueva flota para extender los beneficios de la liberalización a otras zonas», dijo en referencia a Galicia, pero también a comunidades como Asturias o el País Vasco, donde también convivirá el ancho internacional con el ibérico. Bañares hizo hincapié en las grandes inversiones que tienen que realizar las nuevas operadoras ferroviarias privadas. «Es un negocio muy intensivo, por lo que necesitamos estímulos», dijo en relación a la bajada de los cánones que cobra el ADIF por circular por las vías, una reivindicación que también sostuvo otra compareciente, Helene Valenzuela, directora general de Ouigo, la operadora de bajo coste con capital de la ferroviaria pública francesa SNCF. Valenzuela llamó a «reducir» las barreras técnicas de entrada «y favorecer la interoperabilidad», en referencia a asuntos como la coexistencia de distintos anchos de vía y sistemas de seguridad diferentes, que obliga a estas empresas a abordar «costes no elegibles».

Más dudas en Ouigo

El diputado gallego del PP, Celso Delgado, le interpeló sobre ese tipo de barreras en relación a la línea de alta velocidad Madrid-Galicia y dibujó un escenario más cauteloso que el representante de Iryo. «Nos encantaría ir a Galicia, pero se requiere material ferroviario de ancho variable. Hemos comprado 14 trenes que nos han costado más de 600 millones, pero no son compatibles con esta infraestructura», admitió Helene Valenzuela sobre la línea de alta velocidad gallega, aunque este problema lo trasladó a otras comunidades donde conviven tramos convencionales con trazados de alta velocidad, como el País Vasco. La directiva de Ouigo dejó la posibilidad de operar en la línea gallega para una fase posterior, si la actual en la que están embarcados «sale bien». «Una inversión tan ingente sin previsibilidad de los gastos es muy complicada», alegó. En este sentido, defendió que el transporte ferroviario «debe jugar con las mismas condiciones que el resto de los modos, pues el desequilibrio en favor de la carretera puede ser perjudicial para la competencia, como hemos aprendido del transportes de mercancías». «Sin la rebaja de los cánones y con los desorbitados precios energéticos hubiera sido imposible poner en marcha la liberalización en plena pandemia», añadió.

Francisco Arteaga Gómez, director del Área de Negocio de Alta Velocidad de Renfe, confirmó que la empresa pública tiene la intención de operar con sus trenes de bajo coste Avlo en Galicia. «Nuestra intención es seguir creciendo en lugares donde hay demanda», dijo. También constató que, «en unos meses», Renfe recibirá las primeras unidades de trenes Avril, en un proceso de homologación que se ha alargado por la necesidad de homologar otros trenes de la competencia y porque es un material rodante que hay que probar en todos los tipos de infraestructura por los que va a circular.

Contra lo que podría suponerse al disfrutar esta empresa de un monopolio, Arteaga se mostró muy favorable a la existencia de competencia: «La liberalización va a favorecer el transporte ferroviario», defendió. En su análisis, coincidió con los responsables de las operadoras privadas en que la liberalización está estimulando la demanda —en países como Italia se duplicó— y está favoreciendo el uso del transporte más sostenible frente al avión o la carretera. «Vemos en la liberalización una oportunidad para seguir creciendo», concluyó Arteaga. Y añadió: «No queremos ser los únicos, pero queremos ser los mejores».