Muere el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, de manera repentina a los 60 años

GALICIA

El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez
El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez PACO RODRÍGUEZ

Sufrió una parada cardiorrespiratoria este mediodía mientras trabajaba en su despacho. «Unha das persoas máis brillantes que coñecín. Leal amigo e compañeiro dende que entramos na Xunta», recuerda Alberto Núñez Feijoo. El Congreso guarda un minuto de silencio

06 oct 2021 . Actualizado a las 21:17 h.

El conselleiro Valeriano Martínez García ha fallecido sobre la una y media de la tarde de este miércoles en su despacho en la sede de la Xunta en San Caetano. El titular de Facenda e Administración Pública se encontraba trabajando cuando sufrió una parada cardiorrespiratoria que no pudo superar. Natural de la parroquia canguesa de Aldán, Valeriano Martínez tenía 60 años.

Valeriano Martínez era conselleiro de Facenda desde el año 2015. Licenciado en Ciencias Económicas e Empresariais por la Universidade de Santiago, Martínez era también diplomado en Xestión de Xerencia Hospitalaria y, de hecho, entre otros cargos había sido director xeral de Recursos Humanos del Sergas. Funcionario de la Xunta desde 1985, antes de ser nombrado conselleiro había sido director xeral de Transportes, auditor del Consello de Contas y secretario xeral de la Presidencia de la Xunta. Fue elegido dos veces diputado en el Parlamento de Galicia. 

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que esta mañana se dirigía hacia Vigo a un acto público en Conxemar, ha cancelado de inmediato el viaje al enterarse de la trágica noticia. El Ejecutivo autonómico se encuentra conmocionado ante la muerte del titular de la consellería de Facenda e Administración Pública y ha decidido suspender todos los actos previstos para este miércoles. A última hora de este miércoles, escribió un texto muy sentido en Twitter: «Nada prepara na vida para afrontar algo como o que vivimos hoxe. Unha das persoas máis brillantes que coñecín. Leal amigo e compañeiro dende que entramos na Xunta, alá por maio do 85. Servidor público extraordinario, tivo dúas familias: a súa e Galicia. Grazas a todos polo cariño».

La Xunta anuló toda la agenda de este miércoles y este jueves se reunirá el Consello para decretar luto oficial. 

La noticia cayó como un jarro de agua fría en el Congreso, en donde sorprendió a varios diputados gallegos. Entre ellos, al popular Celso Delgado, que estaba preparado para entrar en la Sala Constitucional para participar en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Delgado fue el encargado de informar a la vicepresidenta Nadia Calviño, que intervenía a petición propia y que conocía personalmente al conselleiro de Facenda. La sala guardó un minuto de silencio en su memoria, informa Fran Balado. 

El presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno, también se refirió en sus redes sociales al fallecimiento de Valeriano Martínez: «Qué pena. Siento mucho el fallecimiento de Valeriano. Mi afecto a su familia, equipo y toda la Xunta de Galicia». Igualmente la exministra Dolors Montserrat, que se refirió a él como «un hombre alegre, buena persona y un trabajador incansable que nunca dejó de pensar en los gallegos». Y el actual ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, que lo definió como «un gran trabajador público y una persona excelente». 

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha trasladado a la Xunta sus condolencias en nombre del Ejecutivo central y ha enviado «todo o seu agarimo á súa familia e amigos». También los grupos políticos gallegos han lamentado el fallecimiento del conselleiro. El PPdeG ha destacado que «Galicia pierde a un servidor público ejemplar» que «deja un importante legado político pero, sobre todo, un gran vacío personal». En un mensaje a través de las redes sociales, los populares gallegos han enviado su «cariño a sus seres queridos» y su «respeto hacia un amigo que se ha ido trabajando por los gallegos». 

Desde el BNG, han trasladado su pésame y transmitido sus condolencias a la familia y a sus seres queridos, además de al PPdeG. La portavoz nacional de la formación, Ana Pontón ha expresado también a través de Twitter sus «condolencias á familia e amizades de Valeriano Martínez» en un momento, añade, «de conmoción e tristura compartida». Pontón, a través de esa misma red social, ha enviado «un abrazo á súa familia política, ao PP, que vive hoxe un día de loito».

El secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, se ha mostrado también «conmocionado e triste» por la noticia, y ha enviado su «máis sentido pésame» a su familia, al Gobierno gallego y al PP.  

También Podemos Galicia ha hecho públicas a través de las redes sociales sus condolencias «neste triste momento», que ha trasladado a su familia y allegados, así como al PPdeG. Desde Cs Galicia, Beatriz Pino ha mostrado su pésame también por el fallecimiento del conselleiro. 

Instituciones como la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) han lamentado la pérdida de Valeriano Martínez y le han agradecido «a súa capacidade de diálogo e vontade de colaboración coas entidades locais», igual que lo han hecho las diputaciones de Pontevedra y Lugo y numerosos concellos. Y también la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) y sindicatos, como UGT-Galicia, han mostrado su pesar por el inesperado fallecimiento. 

La inesperada muerte de Valeriano Martínez ha cogido a la Administración autonómica en uno de los momentos clave del año: la elaboración de los Presupostos. Estaba previsto que las cuentas de la Xunta para el 2022 se presentaran este mes, una vez superado el debate sobre el estado de la autonomía (que se celebrará entre los días 13 y 15). Es un proceso que llevaba personalmente el propio Martínez junto a su equipo (sobre todo en las direcciones de Política Financeira y de Planificación e Orzamentos), que presentaba primero en el Parlamento de Galicia y posteriormente una comparecencia pública. Está por ver cómo puede alterar ahora ese calendario la muerte del conselleiro.

Numerosos diputados socialistas y nacionalistas han empleado sus cuentas personales en las redes sociales para despedirse del titular de Facenda, así como exparlamentarios que habían coincidido con él en anteriores legislaturas como Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) o Francisco Jorquera (BNG).

También la vicepresidenta segunda del Gobierno Yolanda Díaz, parlamentaria entre el 2012 y 2016 como diputada de AGE. «Dicímoslle adeus a un home dialogante, exemplar na entrega ao servizo público. O meu pesar á súa familia e achegados e ás súas compañeiras e compañeiros do PPdeG», escribió en su cuenta de Twitter.

Valeriano Martínez, el hombre que manejaba con retranca las cuentas de Galicia

Asumió la Consellería de Facenda después de más de 30 años de trabajo en casi todos los departamentos de la Xunta

XOAN A. SOLER

Quienes conocieron y trataron de cerca a Valeriano Martínez García (Aldán, Cangas, 1961) saben lo poco que le gustaba ponerse delante de los focos. Que lo suyo era trabajar detrás, con discreción, sin ganas de exhibir éxitos. Ya los darían los números. Durante sus años al frente de la Consellería de Facenda hizo fortuna con esta afirmación: «Eu xa teño todas as medallas soviéticas, non preciso máis». La frase sintetiza muy bien la humildad y esa retranca de O Morrazo de quien este miércoles dijo adiós de una forma inesperada mientras trabajaba en su despacho. Como hacía siempre. Su muerte es un palo para todo su equipo en la consellería, enfrascado estas semanas en elaborar los Presupostos del 2022. Y un golpe para Alberto Núñez Feijoo, que pierde a un amigo y a un tipo en quien casi confiaba a ciegas para algo tan ingrato como encargarle la elaboración de las cuentas anuales, los ajustes por consellerías, el pago de 90.000 nóminas y las facturas de los proveedores (que había que pagarlas en plazo era una de sus obsesiones).

En esas tareas complicadas estaba más que curtido. Casado (su mujer es enfermera en el Sergas) y con un hijo (ingeniero), a Valeriano le recuerdan sus compañeros como un hombre que podía impresionar de entrada por su tono serio y su voz profunda (a la que seguro ayudó su afición al tabaco), pero que se soltaba rápido con sus dosis de humor socarrón, y con ese gallego de cuna (es de los pocos miembros del Consello de la Xunta que puede presumir de ello) que solo dejó cuando se fue a estudiar a un internado de Valencia siendo un adolescente. Allí, ha contado en alguna ocasión, fue donde aprendió a hablar en castellano.

Regresó a Galicia y se licenció en Ciencias Económicas e Empresariais por la Universidade de Santiago, y se especializó después en gerencia hospitalaria. Llegó a la Xunta en 1985 cuando casi todo estaba por hacer; casi ni competencias tenía la comunidad. Tomó su plaza de funcionario y fue asumiendo puestos en la Administración hasta convertirse en el responsable de Recursos Humanos del Sergas cuando había que montar aún varios hospitales. Fue también director xeral de Transporte y auditor del Consello de Contas de Galicia.

Cuando llegó Feijoo a la Presidencia de la Xunta lo situó en un lugar tan poco llamativo como la Secretaría Xeral de Presidencia. Acertó porque entonces, en el 2009, pocas personas conocían tan bien como él todos los rincones de San Caetano.

Acabó asumiendo posteriormente la Consellería de Facenda, en febrero del 2015, relevando a Elena Muñoz, que se fue a pelear por la Alcaldía de Vigo. Cuando llegó no cambió a nadie del equipo que asumía. Dijo que confiaba en todos ellos. Y que solo les pedía trabajo. Él quiso dar ejemplo siempre.

Sus décadas en la cosa pública le valieron el respeto dentro de la casa, y también fuera. En la oposición, Valeriano Martínez era un tipo muy respetado precisamente por su conocimiento de la Administración y de los servicios públicos. Las palabras que este miércoles le dedicaron dirigentes del PSdeG y del BNG no eran gratuitas. «Dicímoslle adeus a un home dialogante, exemplar na entrega ao servizo público», dijo la vicepresidenta Yolanda Díaz, con quien se las tuvo en el Parlamento más de una vez.  

Su muerte llegó también al Congreso, donde tenía varios conocidos entre el PP y la parte del Gobierno del PSOE, con quien tenía que negociar con regularidad, y pelearse por cosas como el IVA impagado, un proceso en el que al final el Tribunal Supremo le dio la razón. Pero evitó de nuevo ponerse medallas. Porque ya se sabe lo que opinaba Valeriano de esas cosas.