Desde la bancada derecha, Pedro Puy insistió en que «a medida non foi improvisada», sino consensuada y «circunscrita a actividades concretas», como el permanecer en el interior de los establecimientos sin mascarilla. Fue una decisión que, además, sigue la estela de las aplicadas en países como Francia, Suiza o Alemania, y que también intentaron poner en marcha comunidades gobernadas por la izquierda, como Canarias o Baleares. Puy también pidió proporcionalidad a la oposición, que incluso habló de dimisiones por lo ocurrido, pues dijo que fueron varias las comunidades autónomas desautorizadas varias veces por resoluciones judiciales, como también le ocurrió al Gobierno central, cuando el Tribunal Constitucional no consideró adecuado el estado de alarma.
Con el veto del PP a la comparecencia de Feijoo, el debate se remitirá ahora al inicio del curso político y la primera sesión plenaria ordinaria que tendrá lugar a mediados de septiembre.