El electorado del PSOE, el más proclive a cambiar de papeleta en unas autonómicas

Hace justo 12 meses, Galicia estaba metida de lleno en una atípica campaña electoral, entre mascarillas, mítines con aforo delimitado, brotes de covid, confinamientos parciales y candidatos a distancia. Esa campaña llevó al PPdeG a revalidar, y aumentar, su mayoría absoluta, y al BNG a convertirse en el primer partido de la oposición tras superar al PSdeG-PSOE, sorpasso alimentado principalmente por desencantados votantes de las mareas que acabaron en el Bloque, un trasvase que no consiguieron los socialistas.

Doce meses después, la encuesta de Sondaxe para La Voz mantiene al PP en cabeza con una cómoda ventaja (40 escaños, dos menos que ahora, pero dos más de los precisos para la mayoría absoluta), y al BNG como segunda fuerza.

¿Cómo han asentado esa posición? Principalmente, por la fidelidad de aquel electorado de julio del 2020. Según este barómetro, ambas formaciones logran retener casi al 85 % de quienes entonces optaron por las papeletas de Alberto Núñez Feijoo o de Ana Pontón. Un porcentaje que, en realidad, podría ser mayor porque otro 5 % de los que les apoyaron dicen ahora estar indecisos o evitan desvelar su voto.

Ese porcentaje de indecisos y opacos sube hasta el 12 % en el caso de los votantes socialistas. Y es que ahí está uno de los problemas a los que se enfrenta el partido: la fluctuación de su electorado. Según los consultados por Sondaxe -1.223 entrevistas entre el 16 y el 23 de junio, es decir, con la polémica de los indultos muy caliente, y la pandemia enfriándose-, el 69 % de los que cogieron la papeleta de los de Gonzalo Caballero repetirían su apuesta. Son quince puntos menos que lo que sucede con populares y nacionalistas. Esa brecha impide al PSOE reducir distancias con el BNG y convertirse en la primera alternativa al PP. Además, no está arañando demasiado a otras marcas: capta a un 4 % de votantes de las mareas y a un 5 % de los que optaron por el PP. Insuficiente, por ahora, para crecer.

Los votantes de Podemos y sus confluencias son incluso más fieles que los socialistas, con una retención de casi el 72 %, atendiendo al estudio demoscópico. Conviene recordar que esta coalición se quedó fuera del Parlamento gallego, aunque ahora la encuesta de Sondaxe apunta a que podrían regresar con 3 actas, recogiendo votantes del Bloque y hasta de Ciudadanos.

El PP, aparte de conseguir mantener a su electorado, asume un 15 % de electores de Cs, un 5 % de los socialistas y hasta un 7 % de los que optaron por la abstención. Y en cambio sus fugas son residuales: apenas un 2,5 % se les van a socialistas o nacionalistas.

La marca del Bloque, además de mantener esa alta fidelidad, logra seguir arañando a las antiguas mareas: un 7 % de los que optaron por los de Antón Gómez-Reino se irían ahora a la papeleta del Bloque. Pero en cambio apenas suma entre las filas socialistas (recoge un 2,7 %).

Ciudadanos y Vox, mientras, viven momentos bien diferentes: los primeros solo retendrían 1 de cada 3 votantes, y los segundos, 2 de cada 3. Pero seguirían muy lejos de poder pintar algo en la política autonómica gallega.

 

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