Aunque las imágenes grabadas por las cámaras de las dos concesionarias de ambas autopistas han dejado constancia de que en todos los asaltos los participantes actuaron con la cabeza y el rostro tapado, su manera de proceder los vincula a los periódicos asaltos que se registran en Galicia a máquinas tragaperras y expendedoras de bares, cafeterías y restaurantes, hasta este pasado viernes sin práctica actividad debido a las limitaciones impuestas al sector de la hostelería frente al coronavirus. Esa nula recaudación les habría llevado a reventar con idénticos métodos las cabinas de cobro automáticas de las dos autopistas gallegas.
Tanto Audasa como Autoestradas de Galicia, ambas concesionarias pertenecientes al grupo Itínere, guardan silencio respecto a los atracos sufridos, poco habituales en ambas autopistas, más allá de sucesos puntuales registrados en el 2017 y el 2011.