Audasa advierte que exigirá 28 millones más para mejorar los túneles de la AP-9

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Imagen del túnel de O Sartego, en la AP-9 en Fene
Imagen del túnel de O Sartego, en la AP-9 en Fene ÁNGEL MANSO

La concesionaria reclamará el gasto al ministerio, lo que repercutirá en las arcas públicas o en otra subida de peajes

13 dic 2022 . Actualizado a las 22:02 h.

Los usuarios de la AP-9 tienen ante sí un nuevo riesgo de sufrir otra subida extraordinaria de peajes en la autopista gallega. Audasa, gestora del principal vial de Galicia, acaba de anunciar a sus accionistas e inversores que «en un futuro próximo» es posible que formalice un «nuevo convenio» con el Ministerio de Transportes que establezca de qué manera le serán devueltos los 28 millones de euros que estima gastará en mejorar las condiciones de seguridad de los túneles con los que cuenta la autopista.

En un folleto emitido por Audasa para dar cuenta de una nueva emisión de obligaciones por valor de 100 millones de euros, la concesionaria advierte que ese gasto tendrá que serle restituido al ir a producirse en cumplimiento de la normativa adoptada por el Gobierno en el 2006 para garantizar unos umbrales mínimos de seguridad a los conductores y acompañantes en los tramos de la autopista bajo tierra. «Conforme a lo recogido en su contrato concesional, la concesionaria habrá de recibir la compensación oportuna mediante los medios legales contemplados al efecto, al objeto de restablecer su equilibrio económico-financiero», señala la empresa a sus inversores. 

Tres modos de compensar

Y solo hay tres maneras con las que se ha compensado a Audasa a lo largo de su historia por los desembolsos hechos por obras planteadas por el Gobierno central: o bien el Ministerio de Transportes asume con cargo a los presupuestos del Estado el coste de las obras, extremo poco habitual; o se le autoriza a subir los peajes para que sean los usuarios quienes cubran la inversión, como ocurrirá hasta el 2038 con la ampliación del puente de Rande o la circunvalación de Santiago; o por último, se le estira por cuarta vez el período de concesión, que ya llega a 75 años después de la última de 23 más que le otorgó el Gobierno de José María Aznar para compensar el gasto de llevar la autopista hasta Fene.

Sea como fuera, Audasa reitera su posición de no perder fondos propios en nada que no esté marcado y establecido en el contrato original de concesión.

La concesionaria de la AP-9 estima que el importe de la mejora en la seguridad de sus túneles «no sea superior al 2 %» de su inmovilizado intangible, que es de 1.550,8 millones de euros, lo que daría 31 millones dedicados a dichas obras, pero que Audasa rebaja a unos 28 millones. 

Siete túneles y 208 pasos

La AP-9 cuenta con seis túneles dobles (una boca por sentido) y otro sencillo, además de 208 pasos bajo la autopista. Los primeros suman 4.061 metros, y el séptimo tiene otros 111 metros de longitud. La normativa adoptada por exigencia de la UE tras accidentes como el del túnel del Montblanc (2001) que dejó 39 muertos, obliga a dotar a los pasos subterráneos con pavimentos antideslizantes, revestimientos de hormigón proyectado, vías de evacuación y salidas directas al exterior, conexiones transversales entre túneles, iluminación de emergencia, ventilación forzada, detectores de CO2, o sistemas de alimentación eléctrica ininterrumpida, entre otras exigencias.

La construcción de los carriles de Rande y Santiago ya le han valido a Audasa poder incrementar los peajes un 1 % adicional a los precios del sector durante 20 años, como la gratuidad en los viajes de vuelta entre Vigo y Pontevedra le ha dado otro 1 %, 0,80 y 0,80 más en los últimos tres años, extremo que la concesionaria reconoce que ha notado al alza en su recaudación.