Esas previsiones, aunque ajustadas en el tiempo, serían válidas si Podemos se presentase en solitario o con EU, reeditando el pacto Unidas Podemos. Pero si quieren sumar a Anova y a las mareas locales, las cosas se complican. Para empezar, porque si optan por la fórmula de la coalición, hay que presentarla, como muy tarde, el día 21; es decir, antes de que los inscritos de Podemos elijan a su candidato. Y si pactan una candidatura única, las vacantes en la lista son tan escasas que sería difícil encontrar puestos de salida para los líderes de las otras formaciones, que podrían poner sobre la mesa los nombres de Martiño Noriega, Antón Sánchez o Xulio Ferreiro para llegar a un acuerdo. Y Unidas Podemos, por su parte, necesita garantizar las plazas de Luca Chao, Marcos Cal, Eva Solla o, incluso, Ánxela Rodríguez, que se quedó sin escaño en las elecciones generales.
Demasiados candidatos para unas encuestas que no les auguran, de momento, más que ocho escaños, con lista cremallera y con el tercer puesto de A Coruña en el aire.