El PP cede un escaño al PSOE en Galicia, donde cae En Marea e irrumpe Ciudadanos

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Voz

Los socialistas solo aprovechan su subida generalizada en la provincia coruñesa, donde superan a los populares

24 feb 2019 . Actualizado a las 15:54 h.

Estabilidad entre los partidos tradicionales y, en términos relativos, vuelco notable entre la llamada nueva política. Según la encuesta de Sondaxe, los gallegos van a confiar mayoritariamente en el PPdeG y en el PSOE, y de los 23 escaños que hay en juego se van a quedar con 18, como ya sucedió en el 2016. El BNG, la tercera pata de toda la vida democrática en Galicia, también se queda como hace tres años, con cero diputados, a pesar de que experimenta importantes avances en tres provincias.

La mayor agitación se produce entre los partidos que irrumpieron en el arco político en el último lustro, ya que En Marea sufre un notable retroceso y Ciudadanos irrumpe por primera vez en Galicia, con diputados por A Coruña y Lugo.

Este es el trazo grueso que pintaron los gallegos en las dos últimas semanas de enero, por lo que no se deben tener en cuenta algunas circunstancias políticas que pueden ser determinantes. Desde la confirmación del adelanto electoral, hasta el inicio del juicio contra el secesionismo, pasando por la concentración de Madrid del bloque de derechas, el fracaso de los presupuestos de Sánchez, la crisis de En Marea o la negativa de Ciudadanos a alcanzar acuerdos con los socialistas después del 28 de abril.

La rueda política gira a más velocidad que nunca, pero la foto que queda es la de un PP que resiste en la comunidad en un intercambio de golpes que hace más daño en el porcentaje de intención de voto que en el reparto final de la tarta. Los populares bajan desde el 41,5 % al 34,1 %, unos guarismos desconocidos para un partido que vivió sus peores momentos en la gran mayoría de Felipe González, en 1982; y en el 2015, cuando los de Rajoy obtuvieron unos resultados malos que pudieron corregir meses más tarde. En ambos casos el suelo rondó el 37 %.

Desde 1982

Los socialistas marcan la tendencia contraria en Galicia. Tuvieron otras épocas de acecho al PP -en el 2008, ambos partidos superaron el 40 % de los votos- y ahora recuperan más de cinco puntos hasta garantizarse el 27 % de las papeletas, que les permite pasar de seis a siete diputados en las Cortes. El crecimiento es sostenido en todas las provincias menos en Lugo, pero es en A Coruña, la más poblada y con mayor influencia urbana, donde el PSOE consigue el escaño ganador y el hito de superar a los populares por algo más de dos puntos de diferencia.

Made with Flourish

En Marea, teniendo como referencia la marca que aunó en el 2015 y 2016 a Esquerda Unida, Podemos y Anova, sufre el golpe más duro, porque su descenso de cuatro puntos y medio en la intención de voto se traduce en dos escaños menos, pasando de cinco a tres. Al margen de lo que pueda suceder con las candidaturas en las próximas semanas, los dirigentes de la confluencia rupturista ya saben que su respaldo en conjunto pasa del 22,2 % al 17,7 %, y solo tienen la alegría de Ourense, provincia cuyo escaño bailó entre el 2015 y 2016 para decaer finalmente, vuelve a asomar, pero a cambio desaparece el de Lugo y no obtendrían representación los números dos de las provincias de A Coruña y Pontevedra. En esta última se produce el descenso más acusado.

Ciudadanos pasa del 10 %

Y también se le atraganta esa circunscripción a Ciudadanos, la única fuerza que irrumpe respecto a los anteriores comicios. En Pontevedra, la estimación de voto no pasa del 4,2 %, un resultado que contrasta con el comportamiento de las anteriores elecciones y con el avance en el resto de las provincias. En total, consigue superar el 10 % de los votos, solo que moviéndose en esos mismos porcentajes logra un escaño en Lugo, pero no en Ourense. La plaza fuerte de los de Albert Rivera es A Coruña, donde pasan del 9,4 % de apoyo (2016) al 14,7 %, completando la explicación del retroceso del PP.

A dos meses de las votaciones, cobra especial relevancia el sentido de cada voto y los restos que puedan quedarse sin representación. De momento, casi un 3 % de los electores van a optar por partidos que no tenían escaño y que, aparentemente, tampoco van a alcanzar significación en las urnas. Uno de cada tres gallegos asegura que el próximo 28 de abril no va a votar.