Dar voz a los que no la tienen
Uno de los pilares de la presidencia de Rebelo de Sousa es dar voz y estar cerca de los que no la tienen. Lo que no es muy habitual, en un país caracterizado por el protocolo y las diferencias sociales, tratar a todos por igual y verlo con los que sufren, como ocurrió tras los trágicos incendios, en el interior del país, de junio y octubre del año pasado, en los que murieron más de un centenar de personas. Sus fotografías llenas de sentimiento y emotividad, consolando y abrazando a los que lo habían perdido todo, dieron la vuelta al mundo. Aunque lo que nunca olvidarán los portugueses, fue la firmeza de sus palabras, desde los bosques totalmente arrasados, con los familiares de las víctimas mortales, dando un ultimátum al gobierno del socialista António Costa, exigiéndole que apurara responsabilidades y pusiera en marcha medidas urgentes y eficaces de combate y protección contra el fuego. Lo mismo ocurre cuando aparece por sorpresa, una noche cualquiera, con los sin abrigo de Lisboa, cena con ellos, o con alguna familia de un barrio desfavorecido de la capital lusa.
Apuesta por la estabilidad
Quien piense que los méritos de Rebelo de Sousa como presidente luso se limitan a la cercanía con su pueblo y al apoyo a los más necesitados, se equivocan. Otro de los ejes de sus dos primeros años de mandato, en el Palacio de Belém, está siendo la exitosa cohabitación con el ejecutivo minoritario del socialista António Costa, que fue su alumno en la facultad de Derecho, quien gobierna desde finales del 2015 con el apoyo parlamentario de los otros partidos a la izquierda, el Partido Comunista y el Bloco de Esquerda, que consiguieron tumbar en una moción de censura histórica al ejecutivo minoritario del conservador Passos Coelho, ganador de las legislativas de octubre del 2015. El camino de la denominada geringonça no ha sido de rosas aunque el jefe del Estado portugués no se cansa de repetir que hará «todo lo posible para mantener la estabilidad y que la legislatura llegue hasta el final». Queda poco más de un año para las elecciones y las fisuras son evidentes entre socialistas, comunistas y bloquistas, que a la vuelta del verano tendrán un nuevo test a su alianza en la votación de los presupuestos del año próximo. Mientras, Rebelo de Sousa afirma: «Estoy convencido de que los presupuestos del 2019 se aprobarán sin problema en el Parlamento». Cuando tomó posesión aseguró que sería el presidente de todos los portugueses, independientemente de su origen social, ideología y religión, y así lo está cumpliendo. En ningún momento se ha observado un trato de favor con su partido de procedencia, el PSD del exalcalde de Oporto, Rui Rio, o con los conservadores, del CDS-PP, de Assunção Cristas. Sus armas: la inteligencia, simpatía y capacidad de comunicación. Quienes conocen bien al presidente de la República portugués lo definen como una persona brillante, inteligente, de gran memoria, trabajador y con una empatía y capacidad de comunicación fuera de lo normal. Sabe cómo relacionarse con los medios de comunicación, que conoce a la perfección, por su larga experiencia como periodista y analista radiofónico y televisivo. La cámara lo quiere y no le tiene miedo, como otros políticos, y él se deja mimar por ella.