¿Por qué la Luna es roja en un eclipse?

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Xavier Fonseca

Los gallegos podrán ver el eclipse de este viernes entre las 22 y 23 horas

25 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El viernes Galicia será testigo del evento astronómico del año. Este eclipse de Luna será especialmente espectacular por dos motivos fundamentales. «Será visible justo después de que se ponga el Sol y por tanto coincidirá con una hora muy cómoda para que todos los gallegos puedan observarlo. Además el satélite aparecerá cerca del horizonte dando lugar a lo que se denomina ilusión lunar, un efecto que provoca que parezca más grande», explica el astrónomo Borja Tosar.

El eclipse comenzará mucho antes de que sea visible desde la comunidad. En Galicia el satélite aparecerá sobre las diez de la noche ya eclipsado sobre el horizonte este, contrario a la puesta de sol. «Esto quiere decir que no habrá fase previa en la que se aprecie un oscurecimiento progresivo. La Luna estará ya en la zona de umbra de la sombra que proyecta la Tierra y por tanto surgirá en el cielo de color roja», aclara Tosar.

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En los eclipses lunares, al contrario de los solares, no se produce una ocultación. En lugar de ello, ocurre un fenómeno que colorea el satélite de rojo. Antaño este acontecimiento recibía el nombre de luna de sangre. En las sociedades precientíficas, una luna teñida de rojo no representaba nada bueno ya que se asociaba con hambre, guerras y enfermedades. Gracias a la ciencia hoy sabemos que solo es el resultado de un proceso en el que intervienen la luz solar, la atmósfera y nuestra vecina cósmica. «Aunque la Luna pasa durante su órbita por la sombra que proyecta la Tierra, nuestro planeta en realidad no es un cuerpo opaco porque tiene una capa que deja pasar luz, la atmósfera. La luz del Sol pasa a través de ella, se refracta o curva debido a las presencia de partículas o aerosoles, llega a la Luna y rebota, permitiendo que podamos ver el satélite de ese color», comenta el astrónomo gallego.

El fenómeno que colorea la Luna es el mismo que provoca que los atardeceres luzcan a menudo con tonos amarillentos y rojizos. Cuando el Sol está bajo en el horizonte, la luz blanca se descompone, el azul se dispersa tanto que no llega al ojo humano y aparecen los colores que están a continuación en el espectro. «Nunca se sabe con exactitud cómo de intenso será ese rojo. Hay veces en los que la Luna parece desaparecer y en otras ocasiones está muy brillante, casi como una luna llena normal. Todo depende de la cantidad de partículas presentes en la atmósfera», termina Tosar.