Los partidos tradicionales recuperan terreno y todos los demás pierden

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Javier Lizón | EFE

El efecto Sánchez aúpa al PSOE por encima de En Marea, y los populares reviven

09 jul 2018 . Actualizado a las 10:21 h.

La moción de censura, de la que se han cumplido cinco semanas, les ha sentado bien a los partidos políticos de toda la vida. Al PSOE sobre todo, como era previsible, pero también al PP. Es lo que se desprende de la opinión de los gallegos, consultados por Sondaxe en una encuesta para La Voz que se realizó a lo largo del mes de junio. El resto, En Marea, Ciudadanos y BNG, ceden terreno en mayor o menor medida, pero este repliegue en la intención de voto les permite a los socialistas cimentar un holgado segundo puesto. Porque el primero, a una notable distancia, sigue siendo para el Partido Popular, que consigue frenar su caída y que empieza a levantar cabeza (35,9 % de estimación de voto), a pesar de seguir a casi seis puntos del respaldo alcanzado en las últimas generales, del 2016 (41,5 %). Ya vivió tiempos peores, porque en mayo, entre la dimisión de Cristina Cifuentes y la sentencia de la Gürtel, se desplomó hasta el 34,2 %, la peor perspectiva electoral imaginable, ya que ni siquiera cuando Zapatero ganó con mayoría absoluta bajó en Galicia del 40 %.

También vivió el PSOE en Galicia etapas más grises y turbias. Tras el sorpasso del 2015, que colocó a En Marea como segunda referencia política con proyección estatal, los socialistas reaccionaron y consiguieron un empate técnico en el 2016, en torno al 22 %. Desde entonces, la grave crisis orgánica vivida por Pedro Sánchez les hizo retroceder un paso por detrás de la izquierda rupturista, a lo que se sumó la vía de agua abierta por el flanco de Ciudadanos. En mayo, la estimación de voto se había situado en el 20,1 %, y en solo un mes, tras tomar el poder, ha subido hasta rozar el 25 %. De esta forma, los gallegos dejan todavía al PSOE a 11 puntos de los populares, pero abren una brecha significativa con En Marea, que en esas mismas cuatro semanas pierde cuatro puntos.

 

Ciudadanos y BNG, frenados

Otras dos formaciones han sufrido para mal en Galicia el efecto Sánchez. En términos relativos, el más perjudicado tras En Marea es Ciudadanos. El partido de Albert Rivera alcanzó un 8,6 % de los sufragios en las elecciones de junio del 2016. Dos años más tarde, tras el subidón propiciado por los comicios catalanes y la deriva del PP, estaba a punto de doblar su respaldo porcentual, al alcanzar en mayo un 15,6 % de estimación de voto. La moción de censura le ha supuesto un retroceso de dos puntos, frenando un ascenso que parecía imparable hace solo unas semanas.

El caso del BNG es distinto. El partido liderado por Ana Pontón tocó suelo (2,6 % en el 2016) y había iniciado una tímida pero constante remontada. En mayo consolidó ese paso adelante, pero tras el vuelco en Madrid ha vuelto a perder unas décimas.

El voto en blanco o a partidos minoritarios roza en este sondeo el 5 %, aunque a la hora de acercarse a las urnas suele disminuir (2,6 % hace dos años). El efecto contrario sucede con los que se abstienen. En la última encuesta de Sondaxe, un 38 % dicen que no votan, pero en la última cita con las urnas dejaron de acudir a ellas un 42,5 % de los que tenían derecho a hacerlo. 

Disminuyen los indecisos

La revisión de la intención de voto permite observar el mismo intercambio de posiciones entre En Marea y el PSOE, y también queda reflejada la pérdida de fuelle de las opciones con menos fuerza electoral en Galicia, como Ciudadanos y el Bloque Nacionalista. Lo evidente es que la nueva etapa abierta en el centroizquierda a nivel estatal ha despejado muchas dudas entre los votantes gallegos, ya que en un solo mes el porcentaje de indecisos u opacos ha pasado del 27,6 % al 23,1 %. Es acertado concluir que son sufragios que afloran a favor del PSOE. Con todo, la abstención sigue siendo notable: un 23,2 %. 

Tres partidos superan a los populares en intención de voto en las ciudades

La intención de voto directa expresada por los gallegos durante el mes de junio deja al PP como la opción más destacada. Obtendría un 18 % de los sufragios, pero también confirmaría una realidad conocida: sus apoyos son mayoritarios en toda la geografía gallega, pero en las ciudades se desinfla de forma evidente y preocupante para sus intereses hasta el punto de que En Marea (15,1 %), PSOE (11,5 %) e incluso Ciudadanos (8,9 %) tienen más respaldo que los populares (8,2 %). Los socialistas son la segunda opción en todos los hábitats, incluso en las urbes, donde dominan las mareas con un 15, 1 % de intención de voto. Ese notable apoyo se desploma en los municipios rurales hasta cifras que se mueven en torno al 5 %. La Galicia urbana también es la que más se abstiene (28,7 %).

Por provincias coincide el diagnóstico. Lugo y Ourense, las menos pobladas y rurales, son las que más empujan por el PP, que flaquea en A Coruña. Los socialistas, como los populares, tienen unos resultados bastante homogéneos, aunque despuntan en Pontevedra, donde gobiernan en Vigo con una amplia mayoría y en la Diputación. En Marea, por su parte, concentra casi todos sus apoyos en la franja atlántica y se desploma en el interior. 

El BNG tiene votantes fieles

El análisis del trasvase de votos permite confirmar algunas sospechas. El votante del PP está notablemente cabreado, pero no se va a otros partidos. Y el BNG mantiene una alta fidelidad de sus simpatizantes cuando se trata de votar para elegir congresistas (91,4 %), y además parece haber cerrado la vía que se le abrió con Podemos y En Marea.

Los gallegos le dan un 4,5 al nuevo Gobierno, que aprueba en las ciudades

De 0 a 10, los gallegos le dan un 4,5 al primer mes de gestión del Gobierno de Pedro Sánchez. Lógicamente, se trata de una primera apreciación en la que, de momento, pesa más la ideología que los hechos, de ahí que existan notables variaciones según el recuerdo de voto. Para los del PP, por ejemplo, la labor de los socialistas en estas primeras semanas solo merece un 2,38, mientras que los simpatizantes del PSOE le ponen un 6,86. Para los seguidores de Ciudadanos, las primeras acciones del Ejecutivo merecen un 3,78, mientras que los nacionalistas del BNG y los de En Marea le otorgan un 5,40 y un 5,54, respectivamente. Los de Sánchez también logran un aprobado exiguo en las ciudades gallegas (5,04), pero baja a un 3,59 en los municipios de entre 10.000 y 20.000 habitantes. Dentro de una cierta homogeneidad, los que más castigan al nuevo Gobierno son los ourensanos (4,29). Por edades, son los mayores de 65 los más críticos.